Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en la Unión Europea, las cuales representan el 37 % de todas las muertes, provocando una pérdida de 1,7 millones de vidas anualmente, y es que, actualmente más de 53 millones de personas en la UE viven con ECV. Es por ello, que desde la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) se ha hecho un llamamiento a los dirigentes políticos para que la salud cardiovascular se incluya como piedra angular de sus políticas sanitarias.

"Nuestra instancia a la acción es una cuestión de urgencia y debería incluirse en todos los manifiestos del Partido antes de las elecciones parlamentarias de la UE". " afirmó, al respecto, el presidente de la ESC, el prof. Franz Weidinger.

Al respecto, desde la ESC se aboga por la puesta en marcha de un Plan Europeo de Salud Cardiovascular, apoyado por un Centro Europeo de Conocimiento Cardiovascular, según se recoge en algunas de las propuestas de cara a las elecciones al Parlamento Europeo del 6 al 9 de junio. A su juicio, permitiría, entre otros aspectos, "reunir datos cardiovasculares esenciales para respaldar la formulación de políticas, las decisiones de financiación así como una oportunidad para ejecutar registros e investigaciones sobre la salud cardiovascular a nivel europeo".   

Plan integrador

Asimismo, desde dicha entidad se recuerda que la ESC, en colaboración con sus 57 Sociedades Cardíacas Nacionales de toda Europa y la cuenca mediterránea y socios de la Alianza Europea para la Salud Cardiovascular (EACH), está trabajando para apoyar la creación de planes nacionales de salud cardiovascular, así como un plan europeo de salud cardiovascular, entre otros objetivos, para hacer de la salud cardiovascular y combatir las enfermedades cardiovasculares la prioridad sanitaria número uno en Europa.   

Para la ESC un plan de este tipo para abordar las enfermedades cardíacas y vasculares "sería integrador y abarcaría todos los factores de riesgo clave, incluidos la diabetes, los accidentes cerebrovasculares y la salud mental, que están directamente relacionados con las enfermedades cardiovasculares".

Por otra parte, valoran la puesta en marcha de un centro de conocimiento cardiovascular, como paso importante en el tratamiento de los datos de los pacientes y su uso para impulsar el conocimiento y la investigación médica. Según la ESC, "serviría para armonizará la definición de estándares de datos de alta calidad y a gran escala, establecerá prioridades de investigación e, incluso, facilitará la coordinación de proyectos de investigación en patología cardiovascular e ir más allá".

"Como médicos, enfermeras, científicos y profesionales de la salud cardíaca, somos testigos todos los días del terrible impacto de las ECV en las vidas de nuestros pacientes. A esta realidad se suma la evidencia de que la escala y el costo de dichas patologías sean irrefutables. Un desastre humano de la magnitud de las enfermedades cardiovasculares ya no puede afrontarse con inmovilidad política", agregó afirmó el prof. Weidinger.