Con motivo del Día Mundial de la Salud que se celebra este 7 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que el derecho a la salud de millones de personas en todo el mundo está en riesgo. Una amenaza global a la que contribuyen el cambio ...
Con motivo del Día Mundial de la Salud que se celebra este 7 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que el derecho a la salud de millones de personas en todo el mundo está en riesgo. Una amenaza global a la que contribuyen el cambio climático, la contaminación, la degradación de la tierra y el ecosistema, el reto demográfico, el incremento de las resistencias a los antibióticos o el aumento de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, entre otros.
La biotecnología ha permitido grandes avances para mejorar y proteger la salud de las personas, y es responsable del extraordinario impulso que ha experimentado a lo largo de los últimos años en áreas como las terapias avanzadas, la medicina personalizada, el diagnóstico avanzado, desarrollo de vacunas, la lucha contra la resistencia antimicrobiana o el descubrimiento de nuevos fármacos y opciones terapéuticas que han revolucionado el tratamiento de enfermedades.
Las innovaciones biotecnológicas han sentado las bases del presente y futuro del tratamiento de muchas enfermedades, como demuestra el hecho de que el 68% de los medicamentos que actualmente están en desarrollo a nivel global son biotecnológicos. La biotecnología ha transformado radicalmente el descubrimiento de nuevos fármacos: más de 300 medicamentos biotecnológicos han sido aprobados hasta la fecha para alrededor de 250 indicaciones. Además, se cuenta con un millar de moléculas en distintas fases de investigación en todo el mundo con el objetivo de hallar nuevos principios activos terapéuticos o nuevas aplicaciones para los ya existentes.
Si ponemos el foco en España, el pipeline de salud de AseBio recoge 130 moléculas para 150 indicaciones que están investigando 40 compañías nacionales. De estas, 42 están en fase de preclínica no regulatoria, 31 de ellos se encuentran en fase preclínica regulatoria, 24 en fase I, 34 en fase II, 14 en fase III y cinco están a punto de comercializarse.
Por áreas terapéuticas, la oncología continúa siendo el área terapéutica en la que hay un mayor número de medicamentos investigándose en este pipeline: 33% (50 líneas de investigación) de los medicamentos, seguida, muy de cerca por el área del sistema nervioso central, es la segunda área con mayor número de medicamentos en investigación y desarrollo en territorio nacional, alcanzando el 27% (40 líneas de investigaciones) de desarrollos.
España es uno de los países referentes en el campo de las terapias avanzadas
Las terapias avanzadas son producto de los avances científicos de la biotecnología tisular, celular y molecular y están protagonizando grandes avances en la mejora de la salud de las personas. Son clave en áreas como el cáncer, enfermedades neurodegenerativas (ELA, Alzheimer, Parkinson), enfermedades cardiovasculares (ictus, isquemia), enfermedades de alta prevalencia como la artrosis, o las más de las 7.000 enfermedades raras que existen.
España se erige como uno de los países referentes en terapias avanzadas, tanto por el nivel de ciencia como por el número de ensayos clínicos con la mayor actividad en ensayos clínicos en todos los tipos de terapias avanzadas, con más de un centenar por año, tal y como recoge el "Mapa de capacidades de las terapias avanzadas de la industria biotecnológica" en España elaborado por AseBio. La industria biotecnológica española está presente en toda la cadena de valor del desarrollo y fabricación de las terapias avanzadas. El mapa identifica 47 entidades que trabajan en el área de las terapias avanzadas, de las que el 85% desarrolla terapia celular, el 60% terapia génica y el 49% terapia tisular. Más de 30 compañías biotecnológicas cuentan con capacidades para el desarrollo completo de terapias avanzadas: desde las fases iniciales de I+D hasta los procesos de fabricación, transferencia y distribución.
En este sentido, 10 compañías biotecnológicas cuentan con plantas de producción industrial en los tres tipos de terapias repartidas en todo el territorio nacional. Por comunidades autónomas, País Vasco ocupa la primera posición (alberga seis de estas 10 empresas), seguida por la Comunidad de Madrid (dos empresas) y Navarra y Andalucía (una empresa cada una).
La industria biotecnológica española es un actor clave frente a la resistencia a los antibióticos
El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos ha creado bacterias multirresistentes que ponen en jaque a los sistemas de salud. Hablamos de una de las amenazas sanitarias globales más acuciantes que podría llegar a producir más de 10 millones de muertes por infecciones resistentes a los antibióticos en 2040. La resistencia a los antibióticos causa en nuestro país 4.000 muertes anuales, y genera un gasto sanitario adicional de 150 millones de euros anuales.
La biotecnología es esencial en el estudio de los mecanismos de resistencia, el diseño de nuevos métodos diagnósticos y el descubrimiento de nuevas terapias antimicrobianas. Y, en el caso de España, nuestro sector biotech se erige como un actor clave en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos, tal y como indica el "Mapa de capacidades de AseBio frente a la resistencia a los antibióticos".
El mapa revela que 43 socios de AseBio realizan acciones directas dirigidas a combatir la resistencia a los antibióticos por medio de distintas capacidades. La mayoría de estas organizaciones biotech se centran en salud humana, pero una cuarta parte focaliza sus actividades en salud animal o lo hace de forma transversal.
Salud humana, animal y ambiental: Biotecnología como impulso del enfoque One Health
En el contexto actual en el que vivimos hablar de salud humana sin tener en cuenta el entorno es un error. La salud de las personas, de los animales y de los ecosistemas está estrechamente relacionada. Tal y como advierte la OMS alrededor del 60% de las enfermedades infecciosas emergentes registradas en el mundo proceden de los animales (salvajes y domésticos). Además, en las últimas tres décadas se han detectado más de 30 nuevos agentes patógenos humanos de los que el 75% encuentran su origen en animales.
Si hablamos del medioambiente, nueve de cada 10 personas respiran aire contaminado todos los días como consecuencia, principalmente, de la quema de combustibles fósiles. Las previsiones de la OMS alertan de que 3.600 millones de personas viven ya en zonas "muy vulnerables" al cambio climático que se prevé que provoque 250.000 muertes adicionales cada año entre 2030 y 2050 como consecuencia de la desnutrición, el paludismo, la diarrea o el estrés térmico.
Más de 1.600 millones de personas (22% de la población mundial) viven en lugares sin acceso a la atención sanitaria básica debido a crisis prolongadas provocadas por sequías, hambrunas, conflictos y desplazamientos de población. Cada año 2.000 millones de personas carecen de agua potable y más de 600 millones padecen enfermedades de transmisión alimentaria.
La biotecnología, gracias al carácter transversal de sus innovaciones, está permitiendo importantes avances en la protección de la salud humana, animal y ambiental. La biotecnología aporta soluciones a través de la ingeniería genética de plantas, desarrollo de nuevas vacunas, la revalorización de los subproductos de la industria alimentaria, nuevas fuentes de alimentación, técnicas para hacer un uso más eficiente de las tierras de cultivo preservando su biodiversidad, o biocombustibles y bioestimulantes, entre otros.
Innovaciones que permiten reducir la huella de carbono en la agricultura y el uso de fuentes de energía limpias. De hecho, en poco más de 20 años, gracias a los cultivos biotecnológicos, se han ahorrado 183 millones de hectáreas de tierra y se ha conseguido reducir el Cociente de Impacto Ambiental en un 19%.