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Campaña multisectorial para concienciar sobre el dolor abdominal funcional en niños

"El dolor abdominal funcional es un problema habitual en la asistencia pediátrica primaria y puede resultar muy molesto para las familias, por lo que debemos hacer algo al respecto. Esta campaña, junto con la colaboración de las sociedades PGHAN nacionales y las de pediatría, se centra en la atención a este problema", señala Ulrich Baumann, presidente de ESPGHAN.

08/04/2024

El dolor abdominal funcional afecta al 30 % de los niños en edad escolar y es el trastorno más habitual que se consulta a los pediatras.  Este trastorno genera una mala calidad de vida para el niño, lo que puede afectar negativamente también a sus familias. Se asocia a un ...

El dolor abdominal funcional afecta al 30 % de los niños en edad escolar y es el trastorno más habitual que se consulta a los pediatras.  Este trastorno genera una mala calidad de vida para el niño, lo que puede afectar negativamente también a sus familias. Se asocia a un mayor absentismo escolar y a trastornos comórbidos de salud mental, como depresión y ansiedad.

Consciente de la importancia del problema, la ESPGHAN ha tomado medidas para profundizar y aumentar la concienciación sobre este problema en toda Europa. El resultado es el desarrollo de material educativo como folletos, vídeos y pósteres que las sociedades generales pediátricas y las sociedades nacionales de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica distribuirán en sus idiomas locales. 

 "Se trata de una de las razones más habituales para visitar al pediatra, pero también para remitir a los niños a gastroenterología pediátrica" explica Sanja Kolacek, representante de ESPGHAN. "Por lo tanto, el objetivo de esta campaña es, no solo educar sino concienciar al público general".

"El dolor abdominal funcional es un trastorno benigno pero insidioso que afecta a la vida diaria, no solo del niño que lo padece sino de toda la familia. Si se aborda correctamente, más del 80 % de los niños que lo sufren no tendrán más dolor y se sentirán bien", señala Kolacek.

Respecto al tratamiento y al diagnóstico del dolor abdominal funcional, un mensaje importante sería evitar el exceso de diagnóstico y el riesgo de someter a los niños a procedimientos diagnóstico invasivo innecesarios. Tranquilizar y dar apoyo a los niños afectados y a sus familias y, si es necesario, incorporar otros tratamientos, ayudará al 80 % de los pacientes a mejorar en los 2 años siguientes a su visita al médico. 

El profesor Marc A. Benninga, gastroenterólogo pediátrico y experto de ESPGHAN explica que "el dolor abdominal funcional es muy frecuente en todo el mundo. A veces es intermitente, pero suele afectar a la calidad de vida. Los niños que lo padecen sufren más ansiedad, depresión y una peor calidad de vida".

Como sociedad médico-científica, ESPGHAN llama a la acción al invitar a profesionales de atención médica, cuidadores y al público en general a:

  • Sensibilizar sobre la importancia del trastorno y participar en conversaciones en redes sociales usando el hashtag #FunctionalAP
  • Educar a las familias, amigos y comunidades sobre los signos y los síntomas del dolor abdominal funcional.

Acerca del dolor abdominal funcional

El dolor abdominal funcional se diagnostica siguiendo los criterios de Roma, que son una serie de pautas utilizadas para diagnosticar y tratar los trastornos gastrointestinales funcionales.

El criterio de Roma IV establece que el diagnóstico debe incluir:

  • Dolor episódico o continuo que dura al menos 4 días al mes durante al menos 2 meses.
  • El dolor no se produce solamente durante la comida o la menstruación.
  • No cumple con los criterios de otros trastornos gastrointestinales funcionales y no se puede explicar con otro trastorno clínico.

Los niños también pueden quejarse de dolor de cabeza, mareos, cansancio, dolor en las extremidades y náuseas coexistentes. Todo ello puede afectar significativamente a la vida de los pacientes y contribuye a una baja calidad de vida y a una mayor depresión y ansiedad.

Aunque no existe una causa conocida, identificar a tiempo el trastorno, reducir el estrés y, si es necesario, incorporar tratamientos ayudará a la mayoría de los niños afectados.

Si se sospecha que su hijo puede tener dolor abdominal funcional, es aconsejable comunicarse con el pediatra para obtener un diagnóstico, apoyo y recomendaciones.

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