Durante décadas, los estudios han demostrado que una ingesta adecuada de vitaminas durante la concepción y el embarazo es importante para conseguir una salud óptima tanto en la madre como en el embrión. Pero cabe destacar una en concreto: la vitamina D, que además de desempeñar un papel fundamental en ...
Durante décadas, los estudios han demostrado que una ingesta adecuada de vitaminas durante la concepción y el embarazo es importante para conseguir una salud óptima tanto en la madre como en el embrión. Pero cabe destacar una en concreto: la vitamina D, que además de desempeñar un papel fundamental en la absorción de calcio y fósforo, mejora la calidad de la reproducción humana. A día de hoy, el nivel de déficit en mujeres en edad reproductiva es bastante común. Según la Dra. Fulvia Mancini, ginecóloga especialista en fertilidad y reproducción asistida de la clínica Fertilab Barcelona, hasta un 95% de sus pacientes tiene falta de vitamina D durante el embarazo, aunque los casos graves (por debajo de los 10 micromoles) sólo representan un 5%.
Se trata de un fenómeno preocupante, ya que "todas las partes del eje reproductivo tienen receptores para la vitamina D y la hormona antimulleriana, que define nuestra reserva ovárica y se relaciona estrictamente con los niveles de vitamina D", apunta Mancini. Por esta razón, se aconseja que las mujeres alcancen el nivel recomendable de vitamina D, que es de entre treinta y cuarenta micromoles, según los médicos.
El déficit de esta vitamina puede hacer dar un paso atrás y conllevar riesgos en la mujer, durante la etapa de concepción, cuando el óvulo ya está fecundado e incluso al bebé por nacer, ya que la vitamina D desempeña un papel crucial en múltiples procesos fisiológicos. Por un lado, la falta de esta sustancia antes de la concepción puede afectar a la salud reproductiva de la mujer, interfiriendo en la ovulación y aumentando el riesgo de trastornos. Por otro lado, estos son algunos de los peligros que comporta un bajo nivel de vitamina D durante el embarazo:
Es importante remarcar que la falta de vitamina D durante todo el período del embarazo es un problema que se puede prever y tratar. La Dra. Mancini recomienda que "cualquier mujer que quiera embarazarse debería pedir a su médico que le mire el nivel de vitamina que tiene en el cuerpo, y si hay déficit que se suplemente". Sin embargo, es importante tener en cuenta que no es un problema que afecta sólo a mujeres.
El papel de los varones en el proceso de concepción también es crucial a pesar de que ellos no gesten. A partir de diversos estudios, se ha demostrado que los hombres que tienen más fertilidad, son los que tienen niveles de vitamina D más altos. Esta sustancia se ha asociado tanto a la motilidad de la producción de espermatozoides, como a su maduración. Asimismo, la suplementación con vitamina D incrementa los niveles de testosterona, la hormona masculina producida por los testículos.
Para mantener unos niveles adecuados de la vitamina D, comúnmente conocida como la vitamina del sol, es recomendable llevar a cabo una exposición a la radiación solar de treinta minutos diarios, siempre con la debida protección. Debido a que es muy difícil dedicar ese rato y que solo nos tumbamos dos semanas al año a los rayos del sol, se puede complementar con una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en vitamina D como el pescado, los huevos y productos lácteos y con suplementos comprimidos. Sin embargo, la Dra. Mancini aclara que "necesitariamos cantidades industriales de alimentos para alcanzar niveles correctos de vitamina D, razón por la cual el médico siempre acaba prescribiendo suplementos vitamínicos".