Este informe, publicado en la revista Nature Mental Health, sugiere que los fármacos prescritos para la enfermedad coronaria y la depresión, cuando se utilizan en combinación, podrían reducir la inflamación y prevenir el desarrollo de la cardiomiopatía. "Este trabajo sugiere que la inflamación crónica de bajo nivel puede contribuir significativamente tanto a ...
Este informe, publicado en la revista Nature Mental Health, sugiere que los fármacos prescritos para la enfermedad coronaria y la depresión, cuando se utilizan en combinación, podrían reducir la inflamación y prevenir el desarrollo de la cardiomiopatía.
"Este trabajo sugiere que la inflamación crónica de bajo nivel puede contribuir significativamente tanto a la depresión como a las enfermedades cardiovasculares", ha señalado la autora correspondiente del artículo, la doctora y profesora asociada de Medicina en la División de Medicina Genética y en el Instituto de Genética de Vanderbilt, Lea Davis.
Hasta el 44% de los pacientes con enfermedad arterial coronaria (EAC), la forma más común de enfermedad cardiovascular, también tienen un diagnóstico de depresión mayor. Sin embargo, la relación biológica entre ambas enfermedades sigue siendo poco conocida.
Una posible conexión es la inflamación. Se han observado cambios en los niveles de marcadores inflamatorios en ambas enfermedades, lo que sugiere que puede haber una vía biológica común que vincule la neuroinflamación en la depresión con la inflamación aterosclerótica en la EAC.
En el estudio actual, los investigadores utilizaron una técnica denominada escáneres de asociación de todo el transcriptoma para mapear los polimorfismos de nucleótido único (variaciones genéticas) implicados en la regulación de la expresión de genes asociados tanto a la EAC como a la depresión.
La técnica identificó 185 genes significativamente asociados tanto a la depresión como a la EAC, y que estaban "enriquecidos" para desempeñar funciones biológicas en la inflamación y la cardiomiopatía. Esto sugiere que la predisposición tanto a la depresión como a la EAC, que los investigadores denominaron EAC depresiva (mayor) o EAC (m)d, puede predisponer aún más a los individuos a la cardiomiopatía.
Sin embargo, cuando los investigadores analizaron las grandes bases de datos de historias clínicas electrónicas del VUMC, el Mass General y el Programa de Investigación All of Us de los Institutos Nacionales de la Salud, descubrieron que la incidencia real de miocardiopatía en pacientes con genes enriquecidos para la (m)dCAD era menor que en los pacientes con EAC únicamente.
Una posible explicación es que los medicamentos prescritos para la EAC y la depresión, como las estatinas y los antidepresivos, pueden prevenir el desarrollo de la cardiomiopatía al reducir la inflamación, concluyeron los investigadores.
"Se necesita más investigación para investigar los mecanismos óptimos de tratamiento", ha añadido Davis, "pero como mínimo este trabajo sugiere que la salud del corazón y el cerebro del paciente deben considerarse conjuntamente al desarrollar planes de gestión para tratar la depresión o la enfermedad cardiovascular."