Un estudio impulsado por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia presenta una nueva forma de entender las crisis de asma y allanar el camino de cara a tratamientos que detengan el ciclo inflamatorio de la enfermedad. Basándose en estudios anteriores, los investigadores profundizaron en las causas subyacentes ...
Un estudio impulsado por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia presenta una nueva forma de entender las crisis de asma y allanar el camino de cara a tratamientos que detengan el ciclo inflamatorio de la enfermedad.
Basándose en estudios anteriores, los investigadores profundizaron en las causas subyacentes de la patobiología del asma. Utilizando modelos de asma en ratones y muestras de tejido pulmonar humano, descubrieron que la broncoconstricción provoca un hacinamiento patológico de células en el epitelio de las vías respiratorias, lo que desencadena un proceso denominado ´extrusión celular´, que da lugar a daños en el tejido de las vías respiratorias.
Este mecanismo provocó inflamación y secreción de moco tanto en ratones como en humanos. También da lugar a una ruptura de la función de barrera epitelial y podría proporcionar una vía para nuevos ataques broncoconstrictores e inflamación.
Los resultados sugieren que la prevención del daño mecánico causado por un ataque de asma, en lugar de tratar solo sus síntomas posteriores, podría impulsar el desarrollo de nuevas terapias.
En concreto, se ha descubierto que los inhibidores que detenían la vía de extrusión celular contrarrestaban el daño mecánico de las vías respiratorias y reducían sustancialmente la respuesta inflamatoria.
En el asma, la tensión de los músculos que rodean los bronquios provoca daños en las vías respiratorias al comprimir y destruir las células epiteliales, lo que favorece la inflamación de las vías respiratorias y la producción de mucosidad que suelen asociarse a un ataque de asma.
El asma es un trastorno común de las vías respiratorias que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Aunque se considera principalmente una enfermedad inflamatoria, una característica diagnóstica del asma es la broncoconstricción mecánica --la constricción del músculo liso que rodea las vías respiratorias--, que puede provocar graves dificultades para respirar y un aumento de la producción de mucosidad en las vías respiratorias.
Se cree que la activación inmunitaria y la inflamación de las vías respiratorias provocan la broncoconstricción durante las exacerbaciones del asma (episodios agudos de empeoramiento de los síntomas del asma).
Por ello, el tratamiento de referencia de las exacerbaciones asmáticas es el albuterol, un broncodilatador de acción corta, y los corticosteroides inhalados, que tratan la inflamación subyacente.
Sin embargo, estos tratamientos no siempre son eficaces, y la comprensión mecánica de las exacerbaciones asmáticas sigue siendo incompleta.
"Estos hallazgos no solo demuestran que la broncoconstricción es un estímulo proinflamatorio, sino que también apuntan a la posibilidad de nuevas vías de investigación que traten de inhibir el círculo vicioso ´mecanoinflamatorio´", escriben los autores.