Publicidad
Publicidad

Revisan las pautas sobre la administración conjunta de terapias para la tuberculosis resistente y hepatitis C

Actualmente, el tratamiento de la tuberculosis multirresistente a rifampicina plantea muchos desafíos, desde el punto de vista de la OMS, que pueden agravarse más para quienes padecen, además, una enfermedad hepática preexistente debido a la posible hepatotoxicidad de algunos medicamentos administrados contra la tuberculosis. De ahí surge la necesidad de actualizaciones sobre la administración conjunta del tratamiento para la tuberculosis resistente y la hepatitis C.

10/04/2024

Existe una superposición sustancial en la epidemiología de la hepatitis C crónica (VHC) y la tuberculosis debido a factores de riesgo comunes, entre ellos, el uso de drogas inyectables, la falta de vivienda o el encarcelamiento. La hepatitis C o B viral crónica puede afectar negativamente el tratamiento de la ...

Existe una superposición sustancial en la epidemiología de la hepatitis C crónica (VHC) y la tuberculosis debido a factores de riesgo comunes, entre ellos, el uso de drogas inyectables, la falta de vivienda o el encarcelamiento. La hepatitis C o B viral crónica puede afectar negativamente el tratamiento de la tuberculosis al aumentar el riesgo de hepatotoxicidad relacionada con los medicamentos para la tuberculosis y, por lo tanto, afectar la elección de medicamentos. Esto, a su vez, puede reducir el éxito del tratamiento de la tuberculosis.

Se ha estimado que la seroprevalencia global de anticuerpos contra el VHC en pacientes con tuberculosis es del 10,4%, superando el promedio de la población general del 1,4%.

Por otra parte, se estima que en 2022 unas 410.000 personas desarrollaron tuberculosis multirresistente a rifampicina (MDR/RR-TB), a nivel mundial. Ha habido mejoras constantes en la tasa de éxito del tratamiento para las personas diagnosticadas con MDR/RR-TB, pero sigue siendo alarmantemente baja, según se considera desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El tratamiento de la tuberculosis MDR/ RR plantea muchos desafíos, que se agravan aún más para quienes padecen una enfermedad hepática preexistente debido a la posible hepatotoxicidad de algunos medicamentos contra la tuberculosis, que pueden aumentar el riesgo de lesión hepática inducida por fármacos

Bajo este contexto, la OMS ha anunciado una serie de actualizaciones sobre la administración conjunta del tratamiento para la tuberculosis resistente a los medicamentos y la hepatitis C (VHC).

"La hepatitis C concomitante y la tuberculosis farmacorresistente representan una importante amenaza para la salud de muchas personas y sus familias en todo el mundo",  afirmó la Dra. Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial de Tuberculosis de la OMS.  "La disponibilidad de terapias eficaces para ambas enfermedades que puedan ofrecerse de forma segura al mismo tiempo ayudará a mejorar los resultados de salud y salvar vidas", agregó.

De acuerdo con la OMS, la evidencia sugiere que el tratamiento concomitante para el VHC y la tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina es factible, con beneficios potenciales que superan los daños. La coadministración puede aumentar el éxito del tratamiento de la tuberculosis MDR/RR y reducir los fracasos, las pérdidas durante el seguimiento y las muertes. También se reconoce el apoyo a la adherencia al tratamiento del VHC durante el tratamiento de la TB-RR/MDR.  

Tal como ha indicado la OMS, en un comunicado, la decisión de administrar ambos regímenes de tratamiento debe basarse en el conocimiento de las posibles interacciones entre fármacos y las preferencias del paciente. Asimismo, considera importante destacar que la falta de disponibilidad del tratamiento contra el VHC no debería impedir el inicio del tratamiento MDR.

Finalmente, aprovecha para avanzar que la próxima edición de las directrices consolidadas de la OMS sobre el tratamiento de la tuberculosis y la tuberculosis resistente a los medicamentos incluirá recomendaciones actualizadas en esta materia.

Publicidad
Publicidad