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¿Qué relación existe entre las infecciones de orina y las alteraciones conductuales del Alzheimer?

En ocasiones, las personas mayores (y, especialmente, las que tienen demencia) no presentan fiebre ni disuria como síntomas clásicos de una infección de orina, lo que conlleva retrasos en el diagnóstico y tratamiento adecuados.

11/04/2024

Las personas con Alzheimer u otras demencias a menudo experimentan síntomas neuropsiquiátricos que pueden manifestarse en diversas formas, tales como delirios, alucinaciones, depresión, apatía o estados de inquietud y ansiedad. Sin embargo, muchas veces, sus familiares o cuidadores no saben que estas alteraciones conductuales pueden desencadenarse a raíz de alguna ...

Las personas con Alzheimer u otras demencias a menudo experimentan síntomas neuropsiquiátricos que pueden manifestarse en diversas formas, tales como delirios, alucinaciones, depresión, apatía o estados de inquietud y ansiedad. Sin embargo, muchas veces, sus familiares o cuidadores no saben que estas alteraciones conductuales pueden desencadenarse a raíz de alguna patología subyacente y difícil de diagnosticar, siendo especialmente frecuente el caso de las infecciones de orina, aunque también ocurre con las infecciones de las vías respiratorias.

En este sentido, el equipo de Ace Alzheimer Center Barcelona subraya la importancia de conocer esta relación para comprender y abordar de manera más efectiva las necesidades médicas de quienes padecen esta enfermedad.

Es común que las personas mayores, especialmente aquellos con demencia, no presenten los síntomas clásicos de una infección: la fiebre, la disuria, una micción frecuente, orina turbia o con mal olor o dolor abdominal. Además, la demencia puede provocar que no sepan expresar ninguno de estos síntomas. Esto puede llevar a retrasos en el diagnóstico y tratamiento adecuados, ya que los síntomas conductuales pueden ser malinterpretados o pasados por alto.

En el caso de las infecciones de orina, son especialmente problemáticas, ya que sus manifestaciones clínicas suelen ser menos específicas y más difíciles de detectar en personas de edad avanzada. Además, estas infecciones tienden a ser más graves y tienen peor pronóstico en este grupo demográfico, lo que subraya la relevancia de una atención médica temprana y adecuada.

"En base a nuestra extensa experiencia, podemos decir que una de las causas más frecuentes de alteraciones de conducta en personas con demencia son las infecciones urinarias. Por esto es crucial sensibilizar sobre este tema y educar tanto a familiares y cuidadores como a profesionales de la salud para que estén alerta a los posibles signos de infección en personas con estas dolencias. Este conocimiento puede marcar la diferencia en la calidad de vida y el manejo de la enfermedad. Aun así, también hay que remarcar que no toda descompensación conductual de una persona con demencia se debe a una infección, por lo que es fundamental que el diagnóstico se realice siempre de forma profesional y teniendo en cuenta todos los síntomas y variables", destaca Natalia Tantinyà, enfermera y gestora de casos de Ace Alzheimer Center Barcelona.

En cualquier caso, Ace Alzheimer Center Barcelona ofrece una serie de consejos para prevenir tanto las infecciones de orina como la incontinencia, que es uno de los síndromes geriátricos más frecuentes y a menudo se encuentra en el origen del problema. Para ello es fundamental:

  • Establecer rutinas y horarios para ir al lavabo. Es aconsejable ir al baño con una frecuencia aproximada de cada 2-3 horas y, si es necesario, que el cuidador/a se lo recuerde y/o acompañe.
  • Mantener una higiene íntima adecuada ni por defecto ni por exceso, ya que, así como una falta de higiene puede provocar la proliferación de bacterias, una higiene excesiva o que se realiza con productos demasiado agresivos también puede reducir la flora natural y facilitar que la colonicen bacterias invasoras.
  • Evitar las bebidas excitantes que contienen cafeína, teína o alcohol, puesto que estimulan la vejiga y generan la necesidad de orinar con más frecuencia.
  • Asegurar una buena hidratación durante el día para evitar una orina muy concentrada, ya que esta puede actuar como irritante de la vejiga. Y con el objetivo de evitar fugas de orina durante la noche, es recomendable moderar la ingesta de líquido desde antes de cenar.
  • Mantener unos hábitos alimentarios que eviten el estreñimiento, puesto que este puede agravar la incontinencia.  
  • Mantenerse en movimiento y seguir una dieta saludable y rica en vitamina C por sus propiedades antioxidantes y su contribución a la mejora de la flora intestinal.

En caso de que la persona con demencia deba tomar medicación diurética, se recomienda tomar la última dosis antes de las 6 de la tarde.

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