Biomarcadores metabólicos predicen el riesgo de depresión y ansiedad
Un estudio con más de 200.000 participantes indica que los niveles circulantes de lípidos y carbohidratos podrían contribuir a identificar a los individuos con mayor riesgo, muchos años antes de la diagnosis.
Un equipo internacional de investigadores ha determinado que el riesgo de múltiples enfermedades psiquiátricas relacionadas con el estado de ánimo aumenta un 15 y un 30%, con el aumento de los niveles plasmáticos de triglicéridos y glucosa, respectivamente. En contraste, niveles elevados de colesterol de alta densidad redujeron el riesgo ...
Un equipo internacional de investigadores ha determinado que el riesgo de múltiples enfermedades psiquiátricas relacionadas con el estado de ánimo aumenta un 15 y un 30%, con el aumento de los niveles plasmáticos de triglicéridos y glucosa, respectivamente. En contraste, niveles elevados de colesterol de alta densidad redujeron el riesgo un 12%. El estudio ha sido llevado a cabo en una voluminosa cohorte de la población general en Suecia, examinando la incidencia de depresión, ansiedad o desórdenes asociados al estrés, a lo largo de un periodo de 21 años de media. Charilaos Chourpiliadis, científico del Instituto Karolinska y primer autor del estudio, afirma que los triglicéridos, la glucosa y el colesterol total se mostraron elevados 20 años antes de la diagnosis, mientras que las elevaciones de la apolipoproteína A-I y la apolipoproteína B ocurrieron hasta 10 años antes.
El investigador prosigue indicando que aunque la relación entre el metabolismo de la glucosa y los lípidos y la depresión ya había sido examinada con anterioridad, los resultados habían sido inconsistentes. Adicionalmente, una importante proporción de esos estudios había sido llevada a cabo en personas mayores, sin que existieran datos longitudinales con algunos de los biomarcadores ahora analizados. Chourpiliadis señala que en el actual estudio la determinación basal de estos biomarcadores está separada del diagnóstico por un periodo de tiempo lo suficientemente largo como para excluir la posibilidad de que el desorden psiquiátrico se encuentre ya en curso. Los hallazgos apoyan la monitorización más cercana de las personas con alteraciones metabólicas, con el objetivo de prevenir o detectar de manera temprana estos desórdenes, concluyen los autores.
