Kyowa Kirin presentó los primeros hallazgos del estudio PROSPER en vida real en la 5ª reunión anual del Congreso Mundial de Linfomas Cutáneos en Pasadena (California), que mostraron el impacto positivo de mogamulizumab en pacientes con linfomas cutáneos de células T (LCCT), una forma rara, en ocasiones grave y potencialmente ...
Kyowa Kirin presentó los primeros hallazgos del estudio PROSPER en vida real en la 5ª reunión anual del Congreso Mundial de Linfomas Cutáneos en Pasadena (California), que mostraron el impacto positivo de mogamulizumab en pacientes con linfomas cutáneos de células T (LCCT), una forma rara, en ocasiones grave y potencialmente mortal de linfoma no Hodgkin.
Los LCCT representan alrededor del 4% de todos los casos de linfomas no Hodgkin y hasta el 80% de todos los linfomas cutáneos primarios. En la enfermedad avanzada, las células T malignas pueden diseminarse al sistema linfático, la sangre, la médula ósea y los órganos internos. Por tanto, pueden llegar a tener un profundo impacto en la calidad de vida relacionada con la salud y el bienestar psicológico de los pacientes.
El estudio PROSPER es una investigación observacional prospectiva que se está llevando a cabo en seis países de América del Norte, Europa y Oriente Medio. Con un seguimiento de hasta 50 semanas desde la inclusión de los pacientes en el estudio, su objetivo es analizar el impacto de mogamulizumab en personas con Micosis Fungoide (MF) y Síndrome de Sézary (SS), los dos subtipos más comunes de LCCT. Para analizar sus síntomas y su calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), los investigadores han recabado la información que pacientes y cuidadores les han compartido sobre su experiencia con el tratamiento, a fin de obtener resultados que sean de su interés.
En concreto, los investigadores analizaron los datos de los síntomas recogidos en 20 pacientes, ocho con MF y doce con SS durante sus primeras 16 semanas de terapia. Antes del inicio del tratamiento, los pacientes reportaron una carga sintomatológica alta en una escala numérica de 1-10 incluyendo picor en la piel (6,6), enrojecimiento de la piel (6,2), descamación de la piel (5,9) y dolor cutáneo (4,0). Además, más de la mitad de los pacientes reportaron tener problemas de sueño ya sea "frecuentemente" o "cada noche", mientras que el 47% reportó dificultades para regular la temperatura corporal "frecuentemente" o "siempre".
A las cuatro semanas desde el inicio del tratamiento se notificó una mejoría en todos los síntomas. En la semana 16, la gravedad sintomatológica disminuyó considerablemente, con la mayor mejoría observada en el enrojecimiento de la piel (-2.9) seguido de cerca por picor cutáneo (-2.7), descamación de la piel (-2.5) y dolor cutáneo (-2.2). Cabe destacar que la proporción de pacientes que informaron problemas de sueño o dificultades para regular la temperatura corporal, ya sea "frecuentemente" o "siempre", disminuyó a menos del 20%.
"Sabemos que los pacientes con LCCT no solo sufren el estrés de un diagnóstico de cáncer, sino que este estrés se ve agravado por lesiones visuales y diversos niveles de malestar y fatiga", dice la investigadora principal del estudio, la Dra. Julia Scarisbrick de la Universidad de Birmingham. "El estudio PROSPER nos está ayudando a entender mejor estas cargas y el impacto que el mogamulizumab puede tener en los síntomas y la calidad de vida de los pacientes".