Las infecciones de transmisión sexual mantienen una tendencia ascendente desde el año 2000; y es que representan ya un problema de salud pública con un abordaje complejo pero necesario. En su último informe sobre infecciones de transmisión sexual, el Ministerio de Salud destacó que más de la mitad de las ...
Las infecciones de transmisión sexual mantienen una tendencia ascendente desde el año 2000; y es que representan ya un problema de salud pública con un abordaje complejo pero necesario. En su último informe sobre infecciones de transmisión sexual, el Ministerio de Salud destacó que más de la mitad de las personas de entre 15 y 29 años practican conductas sexuales de riesgo. Miles de casos de sífilis, clamidia y gonorrea marcan el pico más alto en 30 años, lo que muchos han tachado ya de "datos alarmantes".
Padecer una de estas enfermedades o infecciones - como la gonorrea, clamidia, o tricomoniasis, entre otras - puede tener graves consecuencias para la salud sexual, reproductiva y general de hombres y mujeres si no se tratan adecuadamente, y es que podrían en muchos casos derivar en problemas de infertilidad, entre muchos otros. Una de las claves para frenarlas es un diagnóstico y tratamiento precoz, cruciales para controlar eficazmente la transmisión secundaria y evitar que sigan propagándose.
Según el Doctor Jose María Rubio, ginecólogo y director de calidad clínica en Next Fertility, - clínicas de reproducción asistida líderes en Europa - "Muchas de las enfermedades de transmisión sexual en su fase inicial son muy silentes y no producen síntomas. Una infección localizada no tratada en el aparato genital femenino, a nivel vaginal o a nivel de cuello de útero puede dar lugar a una infección pélvica que afectará a las trompas y dificultará, así, la gestación". Es por ello precisamente por lo que se enfatiza tanto en la importancia de la prevención, el uso de métodos anticonceptivos de barrera y en la detección precoz.
Los programas de donación de ovocitos como herramienta de medición de la salud sexual
La donación de ovocitos implica un extenso proceso de cribado que asegure que los óvulos o esperma donados sean de buena calidad y no tengan ninguna enfermedad infecciosa que se pueda transmitir al futuro bebé. Por ello, desde Next Fertility han querido llevar a cabo un estudio que ha medido qué porcentaje de mujeres aspirantes a donantes se tienen que descartar precisamente por padecer ETS, lo que además ha servido para medir la incidencia de este tipo de infecciones en este grupo de edad y como herramienta de detección precoz.
Las mujeres donantes de ovocitos están en el grupo de edad más propenso a este tipo de infecciones, siendo un foco de especial interés. Así, el objetivo del estudio ha sido describir la presencia de ETS en el programa de donación de ovocitos, resaltando cómo éste anticipa la detección y tratamiento de estas infecciones en mujeres jóvenes, que de otra manera no se diagnosticarían hasta la aparición de los primeros síntomas.
Los resultados del estudio, que se desarrolló durante un año en la clínica Next Fertility de Murcia, han arrojado el hallazgo de que el 18,8% de las mujeres aspirantes a donantes de óvulos dieron positivo en alguna de las enfermedades de transmisión sexual estudiadas, teniendo que ser descartadas. Todas ellas fueron evaluadas por ginecólogo/a para establecer el tratamiento oportuno.
Por qué es importante detectar estas enfermedades a tiempo
Según el Doctor Rubio, las ETS pueden desencadenar problemas más graves de fertilidad en la mujer que en el hombre "por alteraciones en el cuello del útero, en la función de las trompas o por producir infecciones en los ovarios en el contexto de una enfermedad pélvica inflamatoria. Por lo tanto, se dificultará la progresión de los espermatozoides y se alterará la correcta función de los ovarios." En el caso de los hombres, "pueden generar un bloqueo de los epidídimos, dificultando la eyaculación de espermatozoides".
Si una mujer aspirante a ser donante de óvulos dio positivo a alguna ETS, es fundamental que complete el tratamiento establecido para acabar con la infección de transmisión sexual y se haya realizado un control posterior para evidenciar la ausencia definitiva.