En los últimos años se ha recopilado suficiente evidencia científica sobre la asociación entre la fracturas oseas, y especialmente, la de cadera, y mortalidad en adultos mayores de 50 años, muchas veces asociadas a osteoporosis. Sin embargo, un grupo de investigadores ha considerado que no hay suficiente información sobre las ...
En los últimos años se ha recopilado suficiente evidencia científica sobre la asociación entre la fracturas oseas, y especialmente, la de cadera, y mortalidad en adultos mayores de 50 años, muchas veces asociadas a osteoporosis. Sin embargo, un grupo de investigadores ha considerado que no hay suficiente información sobre las tasas de supervivencia entre este tipo de afectados. De ahí, su objetivo de ahondar sobre el pronóstico posfractura en personas mayores de 65 años examinando la supervivencia general por sexo, grupos de edad y tipos de fracturas, utilizando la base de datos de el sistema de salud pública de Ontario (Canadá).
Para el trabajo se examinaron a 98.474 pacientes, de los cuales, el 73% fueron mujeres de edad ≥66 años con una fractura índice que se produjo en una zona corporal considerada osteoporótica. En toda la cohorte de fracturas entre los mayores de 65 años, menos de un tercio de los hombres y la mitad de las mujeres sobrevivieron cinco años después de una fractura de cadera, y las tasas de supervivencia general fueron marginalmente mejores después de una fractura de tipo vertebral.
Un dato relevante hallado fue una mayor reducción en la supervivencia dentro del primer mes de haberse producido la fracturas de cadera, vertebrales y no vertebrales, lo que indica un alto impacto relativo de los factores a corto plazo, con efectos de reducción de la supervivencia que persisten en el tiempo.
Período crítico
De ello se deduce que el período más crítico para implementar intervenciones clínicas destinadas a mejorar el pronóstico posfractura parece ser inmediatamente después de que se produce una fractura, idealmente antes de que los pacientes sean dados de alta de la atención de fracturas. Sin embargo, considerando la necesidad inmediata de introducir estrategias de prevención secundaria, los autores consideran que la prevención primaria de fracturas también es crucial para evitar que se produzca una fractura ósea.
"Este gran estudio realizado entre población canadiense mayor de 65 años demuestra claramente que la supervivencia disminuyó más dramáticamente dentro del mes siguiente a la mayoría de los tipos de fractura, siendo la supervivencia a cinco años similar o peor que la de algunos cánceres comunes", afirmó el autor principal del artículo, prof. Jacques Brown.
En resumen, este estudio demuestra la necesidad de informar las tasas de supervivencia en adultos mayores, además de otros resultados de mortalidad posfractura, para ayudar a monitorear las mejoras en el pronóstico posfractura a lo largo del tiempo.
"Estas observaciones resaltan la urgencia de cambiar nuestra actitud hacia estos pacientes y ofrecerles intervenciones de prevención secundaria antes del alta hospitalaria, como recomienda la Sociedad Estadounidense de Investigación Ósea y Mineral", concluyó el prof. Brown.