El dato sanitario es especialmente sensible. Herramientas tan potentes como las que tenemos para gestionar los datos y trabajar la información son una buena noticia a nivel de prevención, medicina de precisión, investigación y gestión sanitaria, siempre con garantías éticas y de seguridad para que el paciente sepa que sus ...
El dato sanitario es especialmente sensible. Herramientas tan potentes como las que tenemos para gestionar los datos y trabajar la información son una buena noticia a nivel de prevención, medicina de precisión, investigación y gestión sanitaria, siempre con garantías éticas y de seguridad para que el paciente sepa que sus datos van a gestionarse por su bien y el bien común. "El dato sanitario es complejo y la unificación de los datos es clave, creando espacios en el ecosistema sanitario con el fin de avanzar y aprovechar todas las posibilidades que brinda la innovación". Así lo ha señalado la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, con motivo de la jornada Wake Up, ¡Spain! Las grandes oportunidades de España en una Europa en cambio, organizada por El Español, Invertia y Disruptores en Madrid.
Durante su participación, en una conversación sobre el uso del dato sanitario, ha reconocido la necesidad de promover la educación y concienciación en torno a la importancia de compartir datos en el contexto de mejora de la calidad de vida y también de fomentar una cultura en la que se comprenda que los datos pueden salvar vidas. "La ciencia nos ha mostrado que hoy tenemos diagnósticos y tratamientos a nuestro alcance porque nos hemos beneficiado de los datos de otros pacientes anteriores", ha señalado, añadiendo que "este esfuerzo debe ir acompañado de políticas de formación digital y concienciación sobre los derechos y deberes individuales en relación con los datos de salud".
En este marco, se mencionó el reciente aval de la Eurocámara para la materialización del futuro Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) que servirá para impulsar la calidad y la seguridad de los servicios de atención médica en toda Europa, dando a los individuos el control sobre sus datos sanitarios, tanto a nivel nacional como de forma transfronteriza; del mismo modo, permitiría compartir sanitarios anonimizados o seudonimizados, lo que supone dar un salto de calidad en cuanto a la gestión de los datos con fines asistenciales en toda Europa (uso primario de los datos) y con el objetivo de utilizarlos para investigación (uso secundario). Sin duda, "el uso de datos sanitarios primarios y secundarios emerge como una herramienta valiosa para reducir redundancias, optimizar procesos, generar innovación, mejorar la gestión de los propios sistemas sanitarios y asignar recursos de manera más inteligente", aseguró Marta Villanueva.
En la sesión, la directora general de la Fundación IDIS destacó la relevancia de la compartición de datos que se ha puesto en marcha en el sector sanitario privado a través del proyecto miHC, mi historia clínica que intenta aprovechar las ventajas que brindan los datos sanitarios y tiene como fin facilitar la continuidad asistencial y favorecer la movilidad del paciente en el propio sistema. "Se trata de un proyecto en el que están integradas 16 entidades y totalmente pionero dentro del marco del reglamento que regirá el Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) impulsado desde la Comisión Europea. De hecho, el escenario ideal busca conformar entre todos nuestra historia clínica única y que todos, como usuarios de la sanidad, podamos utilizar nuestros datos clínicos en el momento que lo necesitemos, sin barreras e independientemente del punto de atención. Esta iniciativa supone un paso muy importante de la sanidad privada en España en relación con la confección y arquitectura de un Espacio Europeo de Datos de Salud, así como de interoperabilidad tanto para un uso primario en las labores asistenciales como para un uso secundario". Además, señaló que en el entorno profesional es de gran ayuda, favoreciendo el incremento de la calidad documental, lo que permite contribuir a reducir los costes asociados a la repetición de pruebas diagnósticas y a disminuir las demoras en la toma de decisiones por falta de información clínica, agilizando por lo tanto el proceso asistencial, mejorando los resultados sanitarios y generando una mayor eficiencia en el sistema.