La aprobación, este miércoles, por parte del Parlamento Europeo (PE), acuerdo interinstitucional del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) que permitirá a los pacientes acceder a sus datos de salud en formato electrónico, incluso desde un Estado miembro diferente de aquel en el que viven, y a los profesionales sanitarios ...
La aprobación, este miércoles, por parte del Parlamento Europeo (PE), acuerdo interinstitucional del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) que permitirá a los pacientes acceder a sus datos de salud en formato electrónico, incluso desde un Estado miembro diferente de aquel en el que viven, y a los profesionales sanitarios consultar los expedientes de sus pacientes con su consentimiento (el llamado uso primario), también de otros países de la UE, se inicia la cuenta atrás para su puesta en marcha que no sucederá hasta pasados dos años para dar tiempo a los Estados Miembro a adaptarse.
Una adaptación que requiere la resolución de algunos obstáculos como el de la financiación, según se desprende de un reciente informe de ´EIT Health´, integrado en el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT).
Si bien se entiende el potencial del EEDS de revolucionar la asistencia sanitaria europea, sin embargo, sin una financiación adecuada, dicho potencial se verá mermado. Por tanto, los autores consideran "imperativo que se asignen recursos adecuados para impulsar el progreso y mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos europeos", al tiempo que aconsejan a los Estados Miembros incrementar su compromiso de financiar iniciativas dentro de este Espacio para maximizar su impacto en los resultados de la atención sanitaria en toda Europa.
Tal como consta en el informe, "El EEDS es un desarrollo de alto riesgo con un importante potencial transformador por eso requiere garantizar un enfoque europeo armonizado e inclusivo".
Asimismo, consideran que la escala y el cronograma para sacar adelante el Espacio Europeo de Datos Sanitarios "requerirá la aceptación y la cooperación de las partes interesadas de la política, la atención sanitaria, la investigación, la industria y la sociedad civil".
En la misma línea, recomienda esfuerzos concertados de sensibilización pública sobre el contenido y la justificación de la regulación, particularmente en torno al uso de datos para impulsar la innovación crítica en el sector.
Otra de las sugerencias pasa por que los organismos de acceso a datos de salud "deben facilitar la trazabilidad de los datos para fomentar la confianza en los nuevos resultados y tecnologías que se utilizarán en la atención sanitaria".
Próximos pasos
El acuerdo obtenido en el PE aún debe ser aprobado formalmente por el Consejo Europeo. Una vez publicado en el Diario Oficial de la UE, entrará en vigor veinte días después. Se aplicará dos años después, con ciertas excepciones, entre ellas el uso primario y secundario de categorías de datos, que se aplicarán de cuatro a seis años después, dependiendo de la categoría.
Una vez la ley en vigor las personas tendrán voz y voto sobre cómo se utilizan y acceden a sus datos. Los pacientes podrán negarse a que los profesionales accedan a sus datos de salud (excepto cuando sea necesario para proteger los intereses vitales del interesado o de otra persona) o se procesen con fines de investigación, aparte de ciertos intereses públicos, de formulación de políticas o estadísticos. Los pacientes también deberán ser informados cada vez que se acceda a sus datos y tendrán derecho a solicitar la rectificación de los que estén incorrectos.