Científicos han demostrado que la depresión y las enfermedades cardiovasculares comparten parte de sus programas de desarrollo y tienen al menos un "módulo genético" funcional en común. Este resultado desarrollado por Universidad de Tampere en Finlandia y publicado en ´Frontiers in Psychiatry´, proporciona nuevos marcadores de depresión y ECV y, ...
Científicos han demostrado que la depresión y las enfermedades cardiovasculares comparten parte de sus programas de desarrollo y tienen al menos un "módulo genético" funcional en común. Este resultado desarrollado por Universidad de Tampere en Finlandia y publicado en ´Frontiers in Psychiatry´, proporciona nuevos marcadores de depresión y ECV y, en última instancia, podría ayudar a encontrar fármacos dirigidos a ambas enfermedades.
"Observamos el perfil de expresión genética en la sangre de personas con depresión y ECV y encontramos 256 genes en un único módulo genético cuya expresión en niveles superiores o inferiores al promedio pone a las personas en mayor riesgo de ambas enfermedades", afirma el primer autor, el doctor Binisha H. Mishra, investigadora postdoctoral de la Universidad de Tampere en Finlandia. Los autores definen un módulo genético como un grupo de genes con patrones de expresión similares en diferentes condiciones y, por lo tanto, es probable que estén funcionalmente relacionados.
Mishra y sus colegas estudiaron datos de expresión genética en la sangre de 899 mujeres y hombres de entre 34 y 49 años que participaron en el estudio Young Finns, uno de los estudios más grandes sobre factores de riesgo cardiovascular desde la infancia hasta la edad adulta hasta la fecha. El estudio sobre los jóvenes finlandeses comenzó en 1980 con una cohorte de casi 4.000 niños y adolescentes, entonces entre tres y 18 años, seleccionados al azar de cinco ciudades de Finlandia. Desde entonces se ha seguido la salud de estos participantes.
Finlandia tiene la incidencia estimada más alta de trastornos mentales en la UE y es el noveno país del mundo con mayor prevalencia de depresión. En contraste, el país tiene una prevalencia relativamente baja de ECV, ubicándose en el 20% inferior del mundo en esta clase de enfermedades.
En 2011, los investigadores del estudio Jóvenes finlandeses evaluaron a los participantes para detectar síntomas de depresión con un cuestionario probado: el inventario de depresión de Beck (BDI-II), cuya puntuación aumenta con síntomas más graves. También les hicieron pruebas para determinar el riesgo de desarrollar ECV mediante la puntuación de "salud cardiovascular ideal" de la AHA, en una escala de cero (mayor riesgo) a siete (menor riesgo). Mishra et al. analizaron más a fondo estos datos para el presente estudio.
En 2011, también se tomó sangre completa de cada participante, y Mishra y sus colegas analizaron estas muestras con métodos de expresión genética de última generación.Utilizaron estadísticas avanzadas para identificar 22 módulos genéticos distintos, de los cuales solo uno se asoció con una puntuación alta para los síntomas depresivos y una puntuación baja para la salud cardiovascular.
"Se sabe que los tres genes principales de este módulo genético están asociados con enfermedades neurodegenerativas, trastorno bipolar y depresión. Ahora hemos demostrado que también están asociados con una mala salud cardiovascular", apunta Mishra.
Estos genes están involucrados en procesos biológicos como la inflamación que están involucrados en la patogénesis tanto de la depresión como de las enfermedades cardiovasculares. Esto ayuda a explicar por qué ambas enfermedades suelen presentarse juntas. Se ha demostrado que otros genes del módulo compartido están implicados en enfermedades cerebrales como el Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Huntington.
"Podemos utilizar los genes de este módulo como biomarcadores de depresión y enfermedades cardiovasculares. En última instancia, estos biomarcadores pueden facilitar el desarrollo de estrategias preventivas de doble propósito para ambas enfermedades", concluye Mishra.