La cirugía valvular está viviendo importantes cambios, de la mano de nuevas tecnologías, lo que favorece intervenciones más complejas que, frecuentemente, involucran otros procedimientos concomitantes. Consciente de ello, la Sociedad Americana de Cirujanos Torácicos (STS, por sus siglas en inglés) aporta novedades en relación a la evaluación del riesgo a ...
La cirugía valvular está viviendo importantes cambios, de la mano de nuevas tecnologías, lo que favorece intervenciones más complejas que, frecuentemente, involucran otros procedimientos concomitantes. Consciente de ello, la Sociedad Americana de Cirujanos Torácicos (STS, por sus siglas en inglés) aporta novedades en relación a la evaluación del riesgo a la hora de la toma de decisiones en los tratamientos de esta área.
De ahí, el lanzamiento en el transcurso de este mes de tres calculadoras de riesgo interactivas y compatibles con dispositivos móviles que se suman a su cartera existente de calculadoras de riesgo para cirugía cardíaca en adultos. "Estas nuevas calculadoras de riesgo también sirven para cirugías complejas no cubiertas en modelos de riesgo anteriores, incluida la cirugía después de procedimientos transcatéter, ampliando la evaluación de riesgos para abarcar la gran mayoría de todas las operaciones cardíacas en adultos", explicó la presidenta de la STS, la Dra. Jennifer C. Romano.
Evaluación del riesgo
En concreto, las calculadoras de riesgo están dirigidas para intervenciones como: la reparación y el reemplazo aislados de la válvula tricúspide; el reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica (SAVR) después de un reemplazo previo de la válvula aórtica transcatéter (TAVR); y la cirugía multivalvular con o sin injerto de derivación de arteria coronaria (CABG).
En relación a la reparación y el reemplazo quirúrgico de la tricúspide, un análisis de 13.587 pacientes sometidos a cirugía de válvula tricúspide aislada entre 2017 y 2023 reveló un riesgo general previsto de mortalidad del 5,5 % para la reparación aislada y un riesgo del 5,7 % para el reemplazo, con más de 2.000 casos realizados anualmente en los EE. UU. Los pacientes sometidos a reparación o reemplazo tricúspide por endocarditis fueron más jóvenes y tenían una mortalidad general más baja, del 2,7% y el 4,1%, respectivamente.
Mientras, la mortalidad operatoria y el accidente cerebrovascular fueron elevados en pacientes con SAVR después de TAVR con o sin CABG concomitante en 9,3% y 3,8%, respectivamente. Los resultados fueron peores con el aumento de la urgencia quirúrgica, la edad avanzada, la dependencia de la diálisis y las reoperaciones múltiples.
Con respecto a la cirugía multivalvular, desde la STS se señala que la mortalidad operatoria y el accidente cerebrovascular fueron elevados en pacientes con SAVR después de TAVR con o sin CABG concomitante en 9,3% y 3,8%, respectivamente. Como se agrega desde la entidad, "los resultados fueron peores con el aumento de la urgencia quirúrgica, la edad avanzada, la dependencia de la diálisis y las reoperaciones múltiples".
La STS ha aprovechado para avanzar que tiene mejoras adicionales en proceso, incluidos modelos de riesgo y calculadoras para cirugía de aorta y enfermedades cardíacas congénitas en adultos, así como procedimientos torácicos generales centrados en el cáncer de pulmón y esófago.
Al respecto, como se ha recordado desde esta Sociedad Científica, la base de datos de cirugía cardíaca en adultos es parte de su base de datos nacional, uno de los registros clínicos más grandes y completos con casi 10 millones de procedimientos cardiotorácicos realizados por más de 4.300 cirujanos. Con más del 95% de los procedimientos de cirugía cardíaca congénita y en adultos y la mayoría de las cirugías de cáncer de pulmón y de esófago en los EE. UU., los datos y resultados de los registros especializados de la base de datos STS proporcionan verdaderos puntos de referencia nacionales para los resultados clínicos de la cirugía cardiotorácica.