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Reducir el riesgo de leucemia causada por el etopósido

Esta es la posibilidad ofrecida por los inhibidores de la mieloperoxidasa, grupo de fármacos que podría ser reposicionado para este propósito, según un nuevo estudio. 

30/04/2024

Científicos de la Universidad de Newcastle han determinado que PF1355, un inhibidor de la mieloperoxidasa, evita el daño al ADN causado por el etopósido en células progenitoras de la médula ósea, sin afectar la actividad antitumoral del fármaco. En cultivos con células CD34+ derivadas de donantes, la presencia de PF1355 ...

Científicos de la Universidad de Newcastle han determinado que PF1355, un inhibidor de la mieloperoxidasa, evita el daño al ADN causado por el etopósido en células progenitoras de la médula ósea, sin afectar la actividad antitumoral del fármaco. En cultivos con células CD34+ derivadas de donantes, la presencia de PF1355 redujo significativamente la formación de complejos covalentes inducidos por el etopósido entre el ADN y la topoisomerasa (TOP) 2B, los cuales reflejan la actividad genotóxica del agente antitumoral. Ésta también se manifestó en la disminución de la frecuencia de roturas de ADN de doble cadena, según afirma Caroline Austin, directora del estudio.

La investigadora prosigue indicando que, a pesar de la elevada heterogeneidad de las células mononucleares de la médula ósea, tanto la TOP2B como la mieloperoxidasa se encontraron expresadas en casi todas ellas, lo que aseguraría un elevado nivel de protección. Austin señala que buena parte de la toxicidad de la quimioterapia recae sobre las células de la médula ósea. Específicamente, los fármacos llamados envenenadores de la topoisomerasa, tales como el etopósido, la mitoxantrona y la doxorrubicina, presentan un riesgo de leucemia, la cual puede manifestarse incluso años después de la finalización del tratamiento. Esta toxicidad tiene su origen en las roturas de doble cadena en el ADN de los progenitores hematopoyéticos, como atestiguan las translocaciones cromosómicas más frecuentes en estos pacientes. El patrón de expresión de la mieloperoxidasa observado en el actual estudio es consistente con el de otros anteriores, realizados en diferentes tipos de células progenitoras. Austin concluye indicando que este trabajo es el primero en determinar el potencial de los inhibidores de la mieloperoxidasa en la reducción de la toxicidad de la quimioterapia sobre la médula ósea.

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