En el campo de la gestión de la miopía, es decir, tratamientos que ayudan a que la miopía avance más lentamente, mantener unos hábitos visuales saludables también es clave para preservar la calidad de vida de los pacientes y prevenir la aparición de ciertas patologías que, si no se tratan a tiempo, pueden tener consecuencias permanentes en nuestra visión. Son patologías serias, como maculopatías miópicas, glaucomas primarios de ángulo abierto, cataratas con debut temprano y desgarros, roturas o desprendimientos de retina.

Pero acciones tan sencillas de recomendar y tan fáciles de cumplir, como hacer descansos visuales cada 30 minutos, alejar los textos, objetos o dispositivos durante el trabajo en cerca al menos 30 cm, limitar el uso de los dispositivos digitales o aumentar el tiempo al aire libre pueden ayudar a ralentizar la aparición y progresión de este defecto refractivo, que si sigue aumentando a este ritmo, en un futuro saturará los servicios de Oftalmología.

¿Por qué́ nuestros pacientes deben seguir todas estas recomendaciones?

Porque en España, hace 20 años, uno de cada 40 niños, entre cinco y siete años, era miope. Hoy, es uno de cada cinco. Ante este aumento disparado de la prevalencia, tenemos claro todos los profesionales, y más los de la visión, que ser miope no es solo llevar gafas o lentes de contacto. La miopía hay que detectarla y tratarla de forma científicamente rigurosa, porque no solo aumenta su prevalencia, sino que cada vez debuta antes, lo que incrementa el riesgo de que se convierta en miopía alta. Siendo los servicios de Pediatría uno de los primeros filtros en una población tan vulnerable como es la infantil, es más importante que nunca estar atentos a todos los síntomas y signos que los niños puedan presentar y, con ello, derivar al profesional pertinente.

Aunque no podemos actuar de forma unilateral, los pacientes tienen que ayudarnos preservando su ergonomía visual. Unos buenos hábitos visuales son claves para el éxito de los tratamientos.

Pero no podemos ofrecer estas pautas sin equipar previamente a nuestros pacientes. Es importante que pasen más tiempo en exteriores, sí, pero no de cualquier manera. Deben estar corregidos, protegidos frente a la dañina radiación ultravioleta, cómodos, a la vez que siguen beneficiándose de los efectos del tratamiento para su miopía. Y por ello, tras años de exhaustivas investigaciones, el año pasado, pudimos poner a vuestra disposición las opciones solares de MiYOSMART, MiYOSMART Chameleon, la lente fotocromática todo en uno, y MiYOSMART Sunbird, la lente polarizada que aporta una calidad visual excepcional y que es el complemento ideal de MiYOSMART transparente.

Para aquellos que no se nos han podido unir en las anteriores editoriales, MiYOSMART es un tratamiento en forma de lente oftálmica (gafa) que ralentiza la progresión de la miopía de forma altamente eficaz. Además de ser un método no invasivo, es una solución tan estética como cualquier otra gafa que los usuarios hayan podido portar previamente. Es segura, no presenta efectos adversos, ni siquiera el tan temido efecto rebote, y está avalada científicamente con más de 25 publicaciones. Volviendo a retomar la importancia de realizar actividades al aire libre, y como el uso de las soluciones solares MiYOSMART Chameleon y MiYOSMART Sunbird pueden favorecer este aumento del tiempo en exteriores, nos hace enormemente felices poder compartir en primicia con la comunidad médica de IM Médico los datos del estudio de rendimiento de MiYOSMART Chameleon.

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