La quitina estimula la inmunidad antitumoral en un modelo de cáncer de mama triple negativo
La actividad de esta molécula se manifiesta tanto en el tumor primario como en los órganos linfáticos, reduciendo además la resistencia a la inmunoterapia.
Científicos de diversos centros europeos han determinado que la administración intraperitoneal de quitina no sólo reduce el crecimiento tumoral en ratones portadores tumores de mama murinos triple negativos, sino que también revierte la resistencia a un agente anti-PD-1. La terapia de combinación con dosis elevadas de anti-PD-1 redujo, además, tanto ...
Científicos de diversos centros europeos han determinado que la administración intraperitoneal de quitina no sólo reduce el crecimiento tumoral en ratones portadores tumores de mama murinos triple negativos, sino que también revierte la resistencia a un agente anti-PD-1. La terapia de combinación con dosis elevadas de anti-PD-1 redujo, además, tanto la incidencia de metástasis pulmonares como el incremento de tamaño y peso del bazo, signo patológico característico de uno de los modelos examinados.
Jonas Steenbrugge, investigador de la Universidad de Gento y codirector del estudio, afirma que la actividad antitumoral de la quitina se asoció a una disminución de la producción las llamadas trampas extracelulares y de proteínas similares a las quitinasas (CHI3L), ambas segregadas por los neutrófilos infiltrados en el tumor y que, de otro modo, promueven el crecimiento de aquél. El científico prosigue indicando que tanto en monoterapia como en combinación con el anticuerpo anti-PD-1, la quitina redujo el número de células mieloides de tipo inmunosupresor, en un efecto que pudo ser observado tanto en el tumor primario como en los ganglios linfáticos axilares. Notablemente, la actividad antitumoral de la quitina fue superior a la de la inhibición individual de las CHI3L, si bien ninguno de los dos tratamientos en monoterapia tuvo impacto sobre la formación de metástasis pulmonares. Steenbrugge concluye señalando que la quitina utilizada en los experimentos ha sido derivada de la cáscara de gambas, existiendo antecedentes anecdóticos del uso de oligosacárdos de quitina por vía oral en casos de cáncer en fase temprana.
