Las variables sociodemográficas son los predictores más sólidos del inicio del consumo de sustancias. Así lo concluye una nueva investigación de la Universidad Médica de Carolina del Sur (Estados Unidos), publicada en el ´American Journal of Psychiatry´, que examinó una amplia gama de posibles predictores del consumo de sustancias entre ...
Las variables sociodemográficas son los predictores más sólidos del inicio del consumo de sustancias. Así lo concluye una nueva investigación de la Universidad Médica de Carolina del Sur (Estados Unidos), publicada en el ´American Journal of Psychiatry´, que examinó una amplia gama de posibles predictores del consumo de sustancias entre adolescentes.
El estudio es parte de un número especial de la revista que destaca los avances en la comprensión de la neurobiología y los fundamentos sociodemográficos de los trastornos por uso de sustancias y cómo esta comprensión ha avanzado en el reconocimiento y el tratamiento. Varios autores discutieron este trabajo en una sesión informativa especial durante la Reunión Anual de 2024 de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA).
El estudio de los predictores de inicio del uso de sustancias fue dirigido por ReJoyce Green, profesor asistente de la Universidad Médica de Carolina del Sur. Green y sus colegas examinaron una multitud de factores utilizando datos sociodemográficos, hormonales, neurocognitivos y de neuroimagen del Estudio de desarrollo cognitivo del cerebro adolescente. Analizaron datos sobre 420 variables de más de 6.800 jóvenes (de 9 a 10 años), y los siguieron durante tres años. El análisis utilizó un enfoque estadístico que tiene en cuenta la complejidad de los datos (una regresión logística penalizada con red elástica).
A los 12 años, aproximadamente el 14,4% de los jóvenes habían iniciado el consumo de sustancias y las sustancias más comúnmente reportadas eran el alcohol, el cannabis y la nicotina, similar a los hallazgos de investigaciones anteriores. Entre los factores sociodemográficos que predicen la iniciación en el consumo de sustancias se encuentran la religión, la raza y los ingresos. La religión fue un fuerte factor protector para los jóvenes mormones, mientras que los jóvenes judíos tenían más probabilidades que los de otras religiones de iniciar el consumo de sustancias.
Los jóvenes negros tenían menos probabilidades de iniciar el consumo de sustancias que los jóvenes blancos, y aquellos de bajos ingresos tenían más probabilidades que otros de iniciar el consumo de sustancias. La exposición prenatal al consumo de sustancias estuvo entre los principales predictores, y la exposición prenatal se asoció con una mayor probabilidad de inicio. Además, los jóvenes con antecedentes de detención y suspensión escolar tenían más probabilidades que otros de iniciar el consumo de sustancias. Varios factores de riesgo modificables también predijeron una mayor probabilidad de inicio en el consumo de sustancias, incluida la disponibilidad de sustancias, el uso de alcohol y nicotina entre pares y la búsqueda de sensaciones (necesidad de sensaciones y experiencias variadas, novedosas y complejas).
Los hallazgos sugieren que, para este grupo de edad, los métodos de recopilación de datos que requieren muchos recursos (como la recopilación de datos hormonales, neurocognitivos y de neuroimagen) no mejoran la capacidad de predecir el uso de sustancias más allá del uso de datos que se pueden obtener mediante el autoinforme. Los datos relacionados con factores relacionados con uno mismo, con los pares y con la familia fueron más informativos que los métodos que requieren muchos recursos para predecir el inicio del consumo de sustancias durante la niñez tardía y la adolescencia temprana. Los niños y adolescentes que comienzan a consumir sustancias temprano tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias y problemas psicosociales en la edad adulta, y los resultados de este estudio proporcionan datos que pueden ser útiles para agilizar y adaptar los esfuerzos de prevención e intervención temprana.
Por otra parte, el trabajo señala examina el panorama cambiante del consumo de cannabis entre los adolescentes, centrándose en los mayores riesgos de desarrollar un trastorno por consumo de cannabis y otras enfermedades psiquiátricas debido a la mayor potencia y disponibilidad del cannabis. Destacan la investigación y la comprensión actuales, como los factores de riesgo clave para los trastornos por consumo de cannabis: uso temprano y uso frecuente. Los adolescentes que empiezan a consumir cannabis antes de los 16 años tienen mayor riesgo de desarrollar este trastorno.
"La plasticidad del cerebro en desarrollo ofrece ventanas de oportunidad para la prevención y la intervención temprana para cambiar esa trayectoria", escriben los autores. "Claramente se necesitan nuevas estrategias de tratamiento para abordar el creciente desafío del riesgo (del trastorno por consumo de cannabis) en adolescentes y adultos jóvenes".