Un estudio con participación de numerosos centros españoles reporta el diseño de un nuevo anticuerpo biespecífico que bloquea simultáneamente las moléculas inmunosupresoras PD-L1 y TGF-beta. Aunque este agente carece de actividad antitumoral por sí solo, potencia significativamente la acción de un anticuerpo trivalente que reconoce las moléculas EpCAM, CD3 y ...
Un estudio con participación de numerosos centros españoles reporta el diseño de un nuevo anticuerpo biespecífico que bloquea simultáneamente las moléculas inmunosupresoras PD-L1 y TGF-beta. Aunque este agente carece de actividad antitumoral por sí solo, potencia significativamente la acción de un anticuerpo trivalente que reconoce las moléculas EpCAM, CD3 y EGFR, en un modelo de cáncer colorrectal. Los animales tratados mostraron un crecimiento tumoral más lento y mayor supervivencia. Laura Sanz, investigadora del Hospital Universitario Puerta de Hierro y directora del estudio, subraya este último aspecto señalando que todos los ratones tratados con la combinación permanecieron con vida a los 43 días de la implantación del tumor, en marcado contraste con los que sólo recibieron el anticuerpo trivalente, en los que la supervivencia a lo largo de este periodo fue del 50%.
Notablemente, el 50% de los animales tratados con la combinación sobrevivió más allá de los 53 días, asegura la científica. En experimentos in vitro previos, los investigadores habían demostrado que el anticuerpo biespecífico bloquea la vía de señalización del TGF-beta, en un efecto de magnitud comparable al del inhibidor de molécula pequeña SB431542. También la interacción entre PD-L1 y su ligando PD-1 pudo ser bloqueada, si bien con una potencia algo inferior a la exhibida por atezolizumab. Estudios previos de otros laboratorios ya habían puesto de manifiesto que la inhibición del TGF-beta puede mejorar la susceptibilidad al bloqueo del PD-L1, con una sustancial reducción del crecimiento tumoral en modelos de cáncer de mama y colon.