Un equipo internacional, que incluye científicos de centros españoles, ha determinado que los niveles elevados de CD27 soluble en el líquido cefalorraquídeo (LCR) son un rasgo característico de los pacientes con esclerosis múltiple que presentan lesiones inflamatorias extensas y activas. En pacientes con la forma secundaria progresiva de la enfermedad, ...
Un equipo internacional, que incluye científicos de centros españoles, ha determinado que los niveles elevados de CD27 soluble en el líquido cefalorraquídeo (LCR) son un rasgo característico de los pacientes con esclerosis múltiple que presentan lesiones inflamatorias extensas y activas. En pacientes con la forma secundaria progresiva de la enfermedad, los investigadores hallaron que este biomarcador se correlaciona con el número de linfocitos T infiltrados en las meninges y regiones perivasculares de la sustancia blanca. Notablemente, los niveles de CD27 se distribuyeron en función del grado de actividad de las lesiones, siendo especialmente elevados en las de mayor inflamación y en las de activación más reciente.
Paolo Muraro, científico del Imperial College London y codirector del estudio, afirma que en un conjunto de ocho biomarcadores preseleccionados del LCR, el CD27 soluble resultó ser el de mayor importancia en la predicción de la actividad de la lesión, ocupando la cuarta posición en la identificación de lesiones recientemente activadas. En experimentos in vitro previos los investigadores ya habían establecido que la forma soluble del CD27 es liberada en vesículas extracelulares producidas por los linfocitos T activados. Muraro prosigue indicando que, en estas células, la eliminación del gen del CD27 reduce su capacidad de producir interferón-gamma, así como la producción de un factor de transcripción que induce la diferenciación de los linfocitos T hacia el fenotipo Th2, de perfil antiinflamatorio. Los hallazgos son consistentes con los de estudios previos que habían asociado el CD27 soluble con el daño mediado por citoquinas en el sistema nervioso central. El investigador concluye indicando que los actuales resultados asignan a este biomarcador un significativo potencial en la estimación de la actividad de la esclerosis múltiple.