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La terapia celular se abre paso en la prevención de complicaciones quirúrgicas

El primer ensayo en humanos pone de manifiesto la viabilidad del trasplante autólogo como estrategia para reducir el riesgo de perforación duodenal postoperativa en pacientes de riesgo.

10/05/2024

Los resultados de un estudio piloto realizado en Japón demuestran que el trasplante laparoscópico de láminas de mioblastos autólogos ofrece ventajas en la cirugía de resección de tumores epiteliales no ampulares. El implante, introducido después de la disección de la mucosa duodenal por endoscopia, previno la perforación masiva del tejido, ...

Los resultados de un estudio piloto realizado en Japón demuestran que el trasplante laparoscópico de láminas de mioblastos autólogos ofrece ventajas en la cirugía de resección de tumores epiteliales no ampulares. El implante, introducido después de la disección de la mucosa duodenal por endoscopia, previno la perforación masiva del tejido, a pesar de la presencia de cierre incompleto de la mucosa y de múltiples microperforaciones postoperativas en algunos pacientes. Kengo Kanetaka, científico de la Universidad de Nagasaki y director del estudio, afirma que aunque la disección es considerada el tratamiento de elección en este tipo de tumores, los rasgos anatómicos y fisiológicos del duodeno propician que esta intervención frecuentemente se asocie a perforación del tejido a los pocos días de la operación.

En el actual ensayo los investigadores constataron ausencia de estenosis a los 49 días. Kanetaka prosigue indicando que el implante ha sido confeccionado partiendo de tejido muscular del cuádriceps de los propios pacientes, obtenido varias semanas antes de la intervención y preparado en una placa de cultivo del que las células pueden ser separadas en una única lámina, sin necesidad de usar enzimas. Ello permite preservar la estructura y función de las proteínas de la matriz extracelular, las cuales son esenciales en la correcta integración del implante. El investigador subraya la relevancia de los hallazgos señalando que algunos de los pacientes presentaban alto riesgo de perforación retardada. Adicionalmente, el implante fue insertado en el lado seroso del duodeno, y no en el lumen, lo que abre la posibilidad de usar esta terapia celular de manera más amplia en intervenciones laparoscópicas, además de las endoscópicas, en las que ya estaba siendo usada.

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