El Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz ha puesto en marcha en febrero la iniciativa “11 meses, 11 causas”, con el fin último de mejorar la seguridad de sus pacientes. De hecho, la seguridad del paciente es una estrategia básica del Servicio Andaluz de Salud (SAS), cuya finalidad es alcanzar la excelencia clínica y la mejora continua de la calidad en la atención. Por ello, a lo largo de este 2015, cada mes estará dedicado a una “causa” a favor de la seguridad del paciente, en la que se pedirá, activamente, la participación tanto de usuarios como de sus acompañantes. Mediante sesiones clínicas, folletos y formación acreditada se mejorará la información de los profesionales en el aspecto elegido bajo el lema “Porque la seguridad es cosa de todos”. Este mes de febrero está dedicado a la identificación inequívoca de los pacientes, cuando se proporcionan servicios, tratamientos o cuidados. En este sentido, el hospital gaditano ha desarrollado iniciativas como la acometida hace tres años a través de sus unidades de gestión clínica de Atención Integral al Cáncer y de Radiofísica Hospitalaria, implantando un nuevo sistema de identificación de pacientes de oncología radioterápica y de verificación de su identidad. El objetivo era mejorar la seguridad en la práctica clínica reduciendo los riesgos de una posible confusión en la administración de la atención sanitaria.

Tras este mes de febrero seguirán, entre otras causas, la notificación de efectos adversos, el uso seguro de los medicamentos, reducción del riesgo de infecciones, control del dolor o mejoras de la comunicación entre los profesionales y los pacientes. La iniciativa ha sido puesta en marcha por el Hospital Puerta del Mar, a través de su Comisión de Seguridad del Paciente, constituida por profesionales de distintos ámbitos de la atención y miembros del equipo directivo, y se encamina a mejorar el conocimiento y la implicación de todos los profesionales. El fin último es aumentar la seguridad del paciente, para lo cual es necesario conocer los posibles riesgos y prevenir los eventos adversos, eliminándolos o mitigando sus efectos. El punto de partida es concienciar a los profesionales de la necesidad de notificar cualquier incidente o situación de riesgo que detecten en su labor cotidiana.