El impacto de la pandemia generó un nuevo paradigma en los centros sociosanitarios y puso de relieve el importante papel de los servicios no asistenciales como pieza clave para la mejora de la atención sanitaria. Con el objetivo de dar solución a los nuevos retos del sistema de salud, ISS ...
El impacto de la pandemia generó un nuevo paradigma en los centros sociosanitarios y puso de relieve el importante papel de los servicios no asistenciales como pieza clave para la mejora de la atención sanitaria.
Con el objetivo de dar solución a los nuevos retos del sistema de salud, ISS España, compañía especialista en Facility Management y Workplace, ha elaborado junto a 10 expertos del ámbito sanitario, entre ellos especialistas médicos, gestores, comunicadores y asociaciones de pacientes, el primer Decálogo del Bienestar Sanitario. El documento es una hoja de ruta que incluye los principales retos que debe afrontar el sistema sanitario y todas aquellas acciones a corto y largo plazo que se pueden implantar desde los servicios no asistenciales para impulsar el Bienestar Sanitario y la mejora del sistema.
"Actualmente hay un consenso generalizado sobre la necesidad de transformar los centros hospitalarios y de salud para adecuarlos a un nuevo paradigma de la atención, en el cual se otorga un rol más destacado a los procesos y actividades no asistenciales" ha explicado José Enrique Aguilar, director de la división de Sanidad de ISS España. "Servicios como limpieza, mantenimiento, logística, diseño de espacios o gestión de los residuos, se convierten en una pieza clave para mejorar el sistema sanitario" ha apuntado Aguilar.
Los expertos que han participado en la elaboración de este Decálogo han puesto sobre la mesa la necesidad de ir hacia una cultura de los servicios sanitarios que prime la humanización, creando espacios más eficientes, más humanos, que mejoren el entorno de trabajo de los profesionales sanitarios y la recuperación de los pacientes.
En este sentido, los servicios no asistenciales son fundamentales para garantizar ambientes saludables, con sistemas de control de calidad del aire, superficies desinfectadas e higienizadas, y un adecuado mantenimiento de los equipamientos e instalaciones. En definitiva, se trata de "visibilizar personas habitualmente `invisibles´ en la asistencia sanitaria" como apunta el Dr. Gabriel Heras, médico intensivista y presidente de la Fundación Humanizando la Sanidad, quien también ha destacado "la importancia de la salud emocional tanto de los y las pacientes y sus familias como de todos los profesionales del sistema sanitario, que enfrentan situaciones de alto estrés en su labor diaria, lo que puede provocar agotamiento y desgaste emocional. La implementación de programas de apoyo y la promoción de un ambiente laboral saludable, son esenciales para asegurar la calidad de los cuidados que brindan".
Una nueva concepción, diseño y gestión de los espacios mediante proyectos de humanización que ayuden a crear entornos más agradables, que contribuyan a mejorar la eficiencia y la productividad de los profesionales y, al mismo tiempo, potenciar la salud física, mental y emocional de todos los usuarios. Ejemplo de ello son la implementación de áreas de descanso optimizadas para los profesionales, la garantía de la intimidad del paciente durante toda su estancia o la creación de espacios verdes.
Para Antonio Manfredi, paciente activista y asesor de Comunicación del Foro Español de Pacientes, y uno de los colaboradores en la elaboración de este Decálogo, "un entorno sanitario empático, que coloque las necesidades del paciente y sus familiares en el centro, más allá de las asistenciales, bajo los preceptos de la humanización, puede convertirse en un elemento crucial para acelerar la recuperación del paciente y mejorar su experiencia durante su estancia en el centro hospitalario".
El uso de la tecnología y la especialización de los servicios no asistenciales
Otro de los bloques de medidas propuestas es el fomento del uso y beneficio de la innovación y la tecnología en los servicios no asistenciales. Aprovechar las oportunidades que ofrecen permitirá mejorar la seguridad, el control de la calidad, la optimización de los recursos o la eficiencia de los procesos, generando entornos más confortables para que los y las profesionales sanitarios desarrollen su trabajo, favoreciendo una mejor calidad de vida para los y las pacientes.
Para conseguir la integración de este colectivo en los centros sanitarios, los expertos han destacado la necesidad de especialización y formación de los y las profesionales no asistenciales. "Es necesario un plan para el personal no asistencial que les ayude a entender la importancia de su trabajo y cuál puede ser su aportación a la cadena de valor. Esto producirá una mayor integración de este colectivo en los centros sanitarios, lo que repercutirá en una mayor eficiencia y calidad en la atención sanitaria y en un mayor bienestar del paciente y sus familiares" ha destacado Aguilar.
Asimismo, en el Decálogo se pone de relieve la necesidad de crear equipos multidisciplinares en los entornos sanitarios, que integren a los trabajadores de servicios no asistenciales, así como promover manuales de buenas prácticas sobre la implantación y el control del Bienestar Sanitario en el sistema de salud.
En esta hoja de ruta también se apunta la necesidad de repensar los modelos de contratación pública hacia un modelo basado en la compra por valor, donde se contrata un servicio de acuerdo con los beneficios que aporta al sistema, y a la empresa se la remunera mediante indicadores que demuestren la eficacia y la eficiencia que aporta al sistema de salud.
Puedes descargar el documento completo: Decálogo del Bienestar Sanitario