Hay suficiente evidencia científica sobre cómo las anomalías iniciales tempranas (cataratas, estrabismo, anisometropía y ptosis) alteran el desarrollo visual humano al perturbar la entrada a la corteza visual, y cómo el momento de dichas anomalías durante la primera infancia tiene consecuencias a largo plazo para la visión. Sin embargo, se ...
Hay suficiente evidencia científica sobre cómo las anomalías iniciales tempranas (cataratas, estrabismo, anisometropía y ptosis) alteran el desarrollo visual humano al perturbar la entrada a la corteza visual, y cómo el momento de dichas anomalías durante la primera infancia tiene consecuencias a largo plazo para la visión. Sin embargo, se sabe muy poco sobre el marco cotidiano del desarrollo visual. Ésta es una laguna importante para la comunidad científica. De cualquier modo, las imágenes recibidas en los ojos son espacialmente selectivas, dependiendo de la ubicación, la postura y el comportamiento del percepto
"La suposición de partida para cualquiera que piense en el papel de la experiencia en el desarrollo visual siempre ha sido que en la escala de la experiencia cotidiana, la información visual es prácticamente la misma para todos", explicó Linda Smith, profesora del Departamento de Ciencias Psicológicas y del Cerebro, e investigadora principal de un reciente estudio realizado en la Universidad de Indiana (EEUU), que apunta a que la información visual va variando a la par que el desarrollo humano y, por tanto, la información de la vida diaria de los bebés que obtienen a través de la vista parece ser exclusiva de esa edad.
Estudios anteriores ya habían demostrado que los bebés pequeños optan por observar escenas simples y de alto contraste con grandes rayas negras y a semejanza de los tableros de ajedrez, reconociendo la naturaleza crítica de este período temprano para el desarrollo futuro de la visión humana. Por ejemplo, se ha demostrado que los bebés que nacen con anomalías visuales como cataratas o aquellos con experiencias visuales limitadas tienen deficiencias visuales de por vida.
Sistema visual inteligente
El trabajo actual, publicado en ´Science Advances´ ofrece algunos datos preliminares para abordar estas deficiencias. También tiene implicaciones importantes para la creación de sistemas visuales de IA, para adquirir habilidades visuales más fuertes cuando el entrenamiento comienza con el mismo contenido visual simple y de alto contraste.
Para identificar las propiedades de la información visual en bebés de, aproximadamente, entre tres a 13 meses de edad, los investigadores colocaron cámaras de video en la cabeza de 10 bebés y 10 de sus cuidadores adultos, recopilando y analizando 70 horas de documentación visual de la vida diaria en el hogar. Observaron diferencias claras entre los contenidos de las imágenes de niños y adultos, con una mayor concentración de patrones simples y bordes de alto contraste en las vistas de los niños que en las de los adultos. Y aunque las imágenes de las cámaras frontales de los niños de 6 y 12 meses parecían muy diferentes de las de sus homólogos de Bloomington, los bebés más pequeños comparten una "dieta" común de bordes de alto contraste y patrones simples.
"Uno de los que cuestionaba cuando era estudiante es por qué los bebés humanos tienen un desarrollo motor tan lento. La respuesta es que, lo largo del tiempo evolutivo, estos sesgos lentos, incrementales y optimizados funcionan para construir un sistema visual y auditivo muy inteligente", concluyó la prof. Smith.