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Localizan, a través de imágenes PET, un biomarcador de inflamación cerebral en pacientes con esclerosis múltiple 

Ciertas alteraciones cerebrales en pacientes con esclerosis múltiple no pueden apreciarse mediante una resonancia magnética de rutina, mientras que investigaciones recientes han podido constatar que, empleando escáneres cerebrales con tomografía por emisión de positrones (PET), se podría obtener inflamación oculta en el cerebro de dichos pacientes.

14/05/2024

La inflamación "latente" es un término que se emplea, actualmente, para describir la activación inmune innata generalizada presente más allá de las lesiones inflamatorias focales en pacientes con Esclerosis Múltiple (EM). Esta inflamación persistente aumenta la atrofia de la materia gris en el cerebro, sin embargo, es difícil de evaluar ...

La inflamación "latente" es un término que se emplea, actualmente, para describir la activación inmune innata generalizada presente más allá de las lesiones inflamatorias focales en pacientes con Esclerosis Múltiple (EM). Esta inflamación persistente aumenta la atrofia de la materia gris en el cerebro, sin embargo, es difícil de evaluar mediante resonancias magnéticas.

Precisamente, uno de los desafíos actuales para los especialistas que tratan a pacientes con EM es que mientras sus exploraciones mediante resonancias magnéticas no cambian, los pacientes continúan empeorando después de un tiempo.

Al respecto, un nuevo estudio del Brigham and Women´s Hospital (EEUU) sugiere que los escáneres cerebrales con tomografía por emisión de positrones (PET) podrían revelar inflamación oculta en pacientes con esclerosis múltiple (EM).

El trabajo, recientemente publicado en ´Clinical Nuclear Medicine´, implicó realizar exploraciones PET a 22 personas con EM. Los investigadores, con una nueva medida, estimaron la carga de actividad glial en las exploraciones PET y observaron el nivel de inflamación latente de la microglía en pacientes con EM.

Compararon esas exploraciones con los niveles de discapacidad y fatiga de los pacientes y no solo encontraron que las exploraciones PET podían mostrar una inflamación oculta causada por la microglía, sino que el daño al cerebro de los pacientes se correlacionaba con los niveles de discapacidad y fatiga que estaban experimentando. La microglía son células inmunitarias del cerebro que pueden desempeñar un papel en la progresión de la enfermedad de EM, pero que no pueden apreciarse mediante una resonancia magnética de rutina.

Los investigadores también pudieron clasificar mejor a los pacientes con EM entre tratamientos de alta y baja eficacia. Aquellos que fueron tratados con tratamientos de baja eficacia tuvieron más anomalías en sus exploraciones PET, lo que sugiere una mayor activación de las células microgliales. Los que usaron tratamientos de alta eficacia tuvieron un menor grado de anomalía en la PET que aquellos que recibieron tratamientos de baja o nula eficacia, pero aun así tuvieron un aumento anormal de la activación microglial en comparación con las personas sanas, lo que sugiere que si bien los tratamientos de alta eficacia ayudaron a reducir la neuroinflamación, hubo inflamación residual a pesar del tratamiento, lo que podría explicar el futuro empeoramiento y progresión independiente de la actividad de recaída (PIRA) en estos pacientes con EM.

El estudio, según sus autores, arroja luz importante sobre el poder de la exploración por PET, específicamente con el fin de encontrar la activación microglial. No obstante, estos investigadores reconocen que las exploraciones por esta vía también pueden ser costosas y exponer a los pacientes a cierto nivel de radiación, lo que no sucede con las resonancias magnéticas no lo hacen. Asimismo, confían en que, una vez autorizado, podría usarse como herramienta para personalizar y predecir el curso del tratamiento de un paciente con EM y otras enfermedades cerebrales.

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