La forma de las cavidades del corazón o la inclinación con la que llegan hasta él las venas pulmonares no siempre son las mismas, sino que varían según las características anatómicas de cada persona. Recientemente, una investigación pionera de la UPF y el instituto de investigación Inria Epione -vinculado a la Universidad ...
La forma de las cavidades del corazón o la inclinación con la que llegan hasta él las venas pulmonares no siempre son las mismas, sino que varían según las características anatómicas de cada persona. Recientemente, una investigación pionera de la UPF y el instituto de investigación Inria Epione -vinculado a la Universidad Côte d´Azur- ha analizado cómo estas características morfológicas condicionan el riesgo de sufrir trombos sanguíneos en el corazón entre pacientes que padecen fibrilación auricular: el tipo de arritmia más frecuente y una de las principales causas de los trombos.
El estudio determina que el riesgo de sufrir trombos sanguíneos en este grupo de pacientes se ve influido por la forma de las cavidades del corazón y, especialmente, por la inclinación con la que las venas pulmonares llegan al apéndice de la aurícula izquierda: una pequeña cavidad de forma irregular que se encuentra en esa parte del corazón. Sus conclusiones se han difundido recientemente en un artículo publicado por la revista Scientific Reports (Nature).
La relación entre las características morfológicas del corazón y las venas pulmonares y los patrones de circulación de la sangre se había investigado escasamente hasta ahora y con un número muy reducido de pacientes. De hecho, la muestra de esta investigación, con 130 pacientes, es la mayor que se ha utilizado nunca hasta ahora en estudios de este tipo. Los principales investigadores del estudio son Oscar Cámara, responsable del grupo de investigación PhySense (Sensing in Physiology and Biomedicine) del Departamento de Ingeniería de la UPF, y Maxime Sermesant, director de cardiología computacional en el centro Inria Epione de la Universidad Côte d´Azur.
Los trombos sanguíneos, objeto de estudio de esta investigación, son fruto del estancamiento de la sangre en el apéndice de la aurícula izquierda, lo que puede acarrear graves perjuicios para la salud como un ictus o, incluso, la muerte. Los trombos pueden desencadenarse por múltiples factores y, de hecho, uno de sus principales factores de riesgo en la actualidad es la fibrilación auricular, que altera el ritmo normal con el que el corazón debería bombear la sangre. Sin embargo, no se sabe por qué hay ciertos pacientes que sufren fibrilación auricular y no desarrollan trombos y otros que sí.
Esta investigación muestra que la orientación de las venas pulmonares podría ser clave para explicar la velocidad de la sangre y por qué se estanca o no en el apéndice de la aurícula izquierda.
Se han comparado las características morfológicas de pacientes que han sufrido trombos con las de otros que nunca los han sufrido
Entre las 130 personas de la muestra, había un grupo que había desarrollado trombos sanguíneos y otro que nunca los había sufrido. El objetivo era determinar, con el apoyo de simulaciones computacionales personalizadas, si existían diferencias morfológicas del corazón y las venas pulmonares entre el primer y el segundo grupo, así como variaciones en sus patrones de circulación sanguínea. Por eso, se han medido varios parámetros de cada paciente relacionados con las características anatómicas de la aurícula izquierda y de su apéndice; la inclinación, configuración y número de venas pulmonares (el número tampoco es homogéneo entre individuos); los patrones de circulación de la sangre; las partículas de seguimiento del flujo sanguíneo, etc.
Fruto de este análisis, la investigación ha concluido que el ángulo de inclinación con el que las venas pulmonares se orientan hacia el apéndice auricular izquierdo tiene una importancia primordial en el flujo de circulación de la sangre y, por tanto, en el riesgo de formación de trombos. Entre los dos grupos de pacientes (con trombos y sin trombos) se han detectado diferencias especialmente en lo que se refiere a la alineación de la vena pulmonar superior izquierda y de la vena pulmonar derecha.
Jordi Mill, autor principal del artículo que recoge los resultados de la investigación e investigador del grupo PhySense de la UPF, concluye: "Los resultados de la investigación abren la puerta a realizar una mejor estratificación de los pacientes con riesgo de sufrir ictus entre las personas que tienen fibrilación auricular, así como tratamientos más precisos para prevenir y tratar las trombosis cardíacas en la aurícula izquierda".