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La SECT demanda mayor formación en nuevas tecnologías para los MIR de Cirugía Torácica

Según la Sociedad, el programa de formación debe incluir un sistema de evaluación de las competencias mínimas en nuevas tecnologías, exigibles a los futuros cirujanos torácicos.

16/05/2024

La Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT) reclama al Ministerio de Sanidad que incluya la formación en nuevas tecnologías dentro del programa MIR oficial de Cirugía Torácica, que no se ha actualizado desde hace décadas y que, por lo tanto, está obsoleto. La formación en estas nuevas tecnologías debe ir ...

La Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT) reclama al Ministerio de Sanidad que incluya la formación en nuevas tecnologías dentro del programa MIR oficial de Cirugía Torácica, que no se ha actualizado desde hace décadas y que, por lo tanto, está obsoleto. La formación en estas nuevas tecnologías debe ir asociada a un sistema de evaluación por competencias, así como a partidas de presupuesto específicas para dotar de los recursos necesarios a todos los centros acreditados para la docencia, según explica el Dr. Santiago Figueroa, cirujano torácico y Coordinador del Comité de Docencia y de Formación Continuada de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT), en el marco del XIV Congreso de la SECT, que se celebra en Málaga del 15 al 17 de mayo.

El programa MIR de Cirugía Torácica está "absolutamente obsoleto, pues hace más de 28 años que se redactó y no se ha vuelto a actualizar. Una de nuestras grandes reivindicaciones desde la SECT al Ministerio es la implementación estandarizada de las nuevas tecnologías quirúrgicas en el proceso de formación MIR. Aunque se están desarrollando iniciativas particulares en diversos Servicios de Cirugía Torácica acreditados para la docencia, no existe una regulación a nivel central y esto entra en conflicto con el principio de equidad en la formación de los residentes", explica el Dr. Figueroa. El programa del Ministerio debe reflejar unas competencias mínimas exigibles en nuevas tecnologías que los futuros especialistas han de adquirir durante su periodo de residencia, para lo cual dichas tecnologías deben estar disponibles en todo el territorio nacional.

"Más que un mínimo de procedimientos o de horas entrenando una u otra técnica, se precisa un sistema de formación por competencias, de modo que cada residente pueda adquirirlas siguiendo su propio ritmo, pero siendo evaluado mediante unos criterios específicos y homogéneos. El tiempo necesario para conseguir cada objetivo puede variar significativamente de uno a otro", afirma.

Se necesitan nuevas tecnologías en todo el territorio

Las cirujanas y cirujanos torácicos del presente requieren ya una formación integral y avanzada tanto en videotoracoscopia (VATS) como en cirugía robótica, ambas técnicas mínimamente invasivas. En un futuro muy cercano, las nuevas generaciones deberán dominar también disciplinas como la navegación electromagnética, broncoscopia robótica e inteligencia artificial (IA), que llegará de forma arrolladora a la práctica clínica en breve, así como la planificación 3D preoperatoria e intraoperatoria, ya disponible en algunos centros de forma sistemática.

El nivel de recursos de la Cirugía Torácica en la sanidad española está a la altura de países como Estados Unidos, Japón o del entorno europeo, pero no hay equidad en la disponibilidad de nuevas tecnologías en la red sanitaria. "Por ejemplo, el principal freno en España para implantar la formación en cirugía robótica de los residentes de forma estandarizada sigue siendo la gran variabilidad en el acceso al propio equipo", informa Figueroa.

"Debemos garantizar dicho acceso a la tecnología, así como una formación de excelencia en su manejo. Y esto implica no perder la perspectiva: conocer tanto las ventajas como las limitaciones de los avances tecnológicos, sus riesgos y los nuevos desafíos que plantean. Tampoco podemos permitir que se abandonen los valores éticos inherentes a la práctica de la Medicina y dejarnos arrastrar por la marea de un sistema sanitario cada vez más impersonal y alejado de nuestra máxima prioridad: mejorar la salud de nuestros pacientes. Hemos de encontrar un equilibrio, donde convivan en armonía los principios médicos tradicionales con las tecnologías de vanguardia".

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