La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) tiene oficialmente nuevo presidente. Se trata del doctor Pedro Gorrotxategi (Nº Colegiado: 202004230), pediatra de Atención Primaria del Centro de Salud San Pedro, en Pasaia (Gipuzkoa), cuyo nombramiento tuvo lugar durante el 20º Congreso de esta sociedad, celebrado en Madrid del 7 al 9 de marzo de este año. De ...
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) tiene oficialmente nuevo presidente. Se trata del doctor Pedro Gorrotxategi (Nº Colegiado: 202004230), pediatra de Atención Primaria del Centro de Salud San Pedro, en Pasaia (Gipuzkoa), cuyo nombramiento tuvo lugar durante el 20º Congreso de esta sociedad, celebrado en Madrid del 7 al 9 de marzo de este año. De esta forma, Gorrotxategi, hasta ahora vicepresidente, sustituye a Concepción Sánchez Pina, que ha ocupado la presidencia de AEPap los últimos ocho años.
"La Asociación tiene su dinámica de trabajo ya continuada. Cada comunidad cuenta con un vocal en la Junta Directiva y luego hay entre 15 y 20 grupos de trabajo que van haciendo su actividad propia, como los de Patología Infecciosa, Vías Respiratorias, de TDAH y Desarrollo Psicoeducativo, etc.", explica el pediatra al ser preguntado acerca de cómo afrenta esta nueva etapa liderando la AEPap. Así pues, en su opinión, se trata de coordinar todas las áreas y representar a la entidad. "En la Junta hay tres personas nuevas y otras tres que llevamos ya algunos años, de manera que apoyándonos entre todos conseguiremos salir adelante", considera.
La falta de pediatras, el problema inacabado de la Atención Primaria
Una de las patatas calientes del mandato que tiene por delante Pedro Gorrotxategi en los próximos años es la situación de la especialidad, una precariedad que viene de largo. El año pasado, la AEPap denunció que más de medio millón de niños y niñas en España carecían de pediatra, tras lo cual se sucedieron varias huelgas y protestas en algunas comunidades. Pese a que consiguieron compromisos de mejoras, el escenario no ha cambiado mucho un año después. Así, Gorrotxategi detalla que, "revisado lo que se consiguió con las huelgas en el 20º Congreso de Pediatría, la conclusión es que, en teoría, se ha disminuido el número de actos de la agenda. En concreto, 25 en vez de 30. Sin embargo, al no mermar también los cupos de atención, la presión asistencial tampoco". Por lo tanto, siguen faltando entre 400 y 2.000 pediatras en España, y ese medio millón de niños siguen sin médico.
La solución, desde el punto de vista de Gorrotxategi, "sería que vinieran a Atención Primaria más residentes de los que terminan". De hecho, esa es la principal misión de la asociación ahora: "Tratar que el pediatra de Atención Primaria se haga visible para los residentes y mejore la percepción que tiene en este momento". Por ejemplo, esgrime el especialista, "a día de hoy en la docencia contamos con muy pocos docentes principales. Entonces, la valoración que hacen de nosotros es inferior a los pediatras de hospital. Debemos tratar de cambiar esa forma de pensar y reforzar la docencia MIR en Atención Primaria, para conseguir que la imagen que damos a los residentes sea diferente".
En cuanto a los otros retos a los que se enfrenta la especialidad, el nuevo presidente de la asociación expone que, a nivel enfermedad, se encuentran en las consultas muchas patologías crónicas, tales como asma, problemas psicológicos, TDAH, problemas sociales, etc. Ante esto, recalca, "tenemos que estar muy vigilantes del cuidado que le dan los padres a sus hijos, porque hay algunos que igual no disponen de los elementos suficientes para hacerlo. Por lo tanto, la Pediatría social tiene mucha importancia en Primaria".
De hecho, otro grave problema creciente es la obesidad infantil, hasta el punto de que el 40% de los niños en España presentan obesidad o sobrepeso. Pero además, un estudio reciente ha confirmado que la prevalencia de esta enfermedad se duplica en los hogares de bajo nivel socioeconómico. Para el doctor, es un problema que concierne a toda la sociedad. "Los alimentos menos adecuados para la alimentación infantil son los más baratos. Con lo cual, los padres que tienen una sobrecarga laboral igual comen mucho precocinado. Además, la ciudad, a veces, no está preparada para que el niño ande con tranquilidad por la calle. Cuando yo era pequeño nos soltaban en el pueblo, íbamos a correr, volvíamos a por la merienda, etc. Es decir, la actividad física era habitual. Ahora no es así", reflexiona.
No obstante, en este escenario, considera que el pediatra de Atención Primaria es la persona que dispone de más elementos para abordar la obesidad infantil. "En el congreso hubo una mesa sobre este tema, y un pediatra decía que a él había niños que se le escapaban, que algunos pacientes con problemas importantes no acudían a la consulta. A nosotros no nos pasa, porque el crío, si no es por obesidad, viene por otra cosa", cuenta Gorrotxategi, y lo ejemplifica con"un proyecto de entrevista motivacional en Atención Primaria, con el apoyo de un psicólogo, y gracias a él obtuvimos unos resultados muy buenos". "El hecho de que los pacientes vean que el médico se preocupa, que los padres colaboren y que todos juntos rememos para lograrlo, permite que se consigan cosas", afirma.
El uso abusivo de las pantallas
En este sentido, Gorrotxategi también ha liderado un estudio sobre el uso abusivo de las pantallas, el cual ha determinado que el 66% de los niños menores de dos años usa pantallas, pese a que está completamente desaconsejado. Como indica el experto, "se utiliza la pantalla como un elemento para tranquilizar a los niños. E incluso los padres creen que están colaborando en el desarrollo del lenguaje". Sin embargo, "con las pantallas se pierden las relaciones interpersonales, lo que conlleva que el aprendizaje no sea bueno en los niños", advierte.
A su modo de ver, "en Atención Primaria es muy difícil llevar a cabo un estudio en profundidad, pero viendo lo que contestaban los pediatras y las enfermeras de Pediatría, hemos visto que cuanto más se utilizaban las pantallas, más retraso del lenguaje presentaban en los niños. Los pequeños no aprenden de la pantalla, aprenden del contacto humano". Respecto a esa dificultad para la investigación en la especialidad, Gorrotxategi apunta que, pese a ello, "hay determinadas investigaciones que o se hacen en Atención Primaria o no se realizan. Eso es muy importante". "Nosotros cogimos a 400 niños de Gipuzkoa de diferentes centros de salud para analizar su relación con las pantallas. Ese tipo de estudio no es viable en un hospital, sobre todo porque presentaría sesgos, dado que un centro hospitalario no abarca a toda la población", añade.
Ahora planean impulsar uno sobre experiencias adversas en la infancia. Según el especialista, "existe ya uno elaborado por el Hospital de Alcorcón de Madrid por la Unidad de Pediatría Social, pero en niños muy seleccionados". "La idea que tenemos es llevarlo a cabo a nivel de Atención Primaria para poder adquirir una visión sobre la población general. Y eso solo lo podemos hacer desde Atención Primaria", reitera.
Por último, el presidente de la AEPap hace balance de sus 30 años de experiencia trabajando en la especialidad. Desde su perspectiva, "ha cambiado a mucho mejor". Al principio, asegura, "no teníamos medios diagnósticos, ni siquiera se había formado la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria". Por lo tanto, cree que el hecho de que exista la AEPap y los grupos de trabajo les brinda un estímulo para seguir trabajando. "Somos un grupo grande y cada uno aporta su granito de arena y, de hecho, estamos más unidos. El pediatra de AP se encontraba hasta hace unos años solo en su consulta y no tenía relación con otros profesionales". Ahora, en cambio, "la relación es mayor por medio de internet y otros sistemas, lo que ha supuesto a su vez un gran cambio en el aspecto científico, el cual se caracteriza por una mayor solidez en la especialidad", concluye.
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