Desde la compañía farmacéutica AstraZeneca hay un sólido compromiso por mejorar las condiciones y calidad de vida de los pacientes con cáncer de hígado, con una clara apuesta por redefinir el paradigma del tratamiento de estas patologías hepáticas. De ello ha dejado constancia esta compañía con su desembarco en el ...
Desde la compañía farmacéutica AstraZeneca hay un sólido compromiso por mejorar las condiciones y calidad de vida de los pacientes con cáncer de hígado, con una clara apuesta por redefinir el paradigma del tratamiento de estas patologías hepáticas. De ello ha dejado constancia esta compañía con su desembarco en el área de los tumores gastrointestinales, con dos innovadoras soluciones terapéuticas para pacientes con hepatocarcinoma y cáncer de vías biliares, presentadas este jueves ante los medios de comunicación.
La sesión corrió a cargo de Ana Peiró, directora médica de Oncología de AstraZeneca España, acompañada por los Dres. Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra e investigador principal en el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, y Andrés Muñoz, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, unidad de Digestivo y unidad de Fase I, junto con Javier Letellez, farmacéutico hospitalario del área de oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada.
Como explicó la directora médica de Oncología de AstraZeneca España "Estas patologías han tenido, en los últimos años, pocas alternativas terapéuticas, la investigación cambió un poco a partir de las inmunoterapias, pero ahora empieza a ver más alternativas como las que presentamos, y que forman parte del compromiso de AstraZéneca en el desarrollo de fármacos innovadores en oncología y, en este caso, en un área con una necesidad médica realmente no cubierta".
Beneficio clínicamente significativo
Y es que como subrayó Peiró, "realmente aportar fármacos innovadores y sobre todo con un impacto real en la supervivencia es nuestro objetivo". Es el ejemplo de ´Imfinzi´ (durvalumab) de AstraZeneca + gem-cis seguido de durvalumab en monoterapia para el tratamiento de primera línea de adultos con cáncer de vías biliares irresecable o metastásico, así como el nuevo régimen STRIDE (por las siglas Single Tremelimumab Regular Interval Durvalumab), que consiste en una dosis única de ´Imjudo´ (tremelimumab) de AstraZeneca + durvalumab, seguido de durvalumab en monoterapia para el tratamiento de primera línea de adultos con carcinoma hepatocelular avanzado o irresecable que mejora la tasa de supervivencia global con 1 de cada 4 pacientes vivo a los 4 años.
Ambos fármacos son anticuerpos monoclonales humanos: durvalumab se une a la proteína PD-L1 y bloquea la interacción de PD-L1 con las proteínas PD-1 y CD80, contrarrestando las tácticas de evasión inmunitaria del tumor y liberando la inhibición de las respuestas inmunitarias. Por su parte, tremelimumab es un anticuerpo monoclonal humano de tipo inmunoglobulina G2 (IgG2a) contra el antígeno 4 de los linfocitos T citotóxicos (CTLA-4).
Carcinoma hepatocelular
Anualmente, los nuevos casos de cáncer hepático en España rondan 7.000. Alrededor del 75% de todos los cánceres primarios de hígado en adultos son carcinoma hepatocelular.
Al respecto, el análisis actualizado de cuatro años del ensayo de fase III ´HIMALAYA´ presentó el seguimiento más largo hasta la fecha de un estudio fase III en carcinoma hepatocelular irresecable. Después de 17 meses adicionales de seguimiento del análisis primario, el régimen STRIDE demostró un beneficio sostenido en la SG, en comparación con sorafenib.
Las enfermedades hepáticas que cursan con inflamación crónica son la causa más frecuente de carcinoma hepatocelular. El análisis actualizado de 4 años del ensayo de fase III ´HIMALAYA´ presenta el seguimiento más largo hasta la fecha de un estudio fase III en carcinoma hepatocelular irresecable. Después de 17 meses adicionales de seguimiento del análisis primario, el régimen STRIDE demostró un beneficio sostenido en la SG, en comparación con sorafenib.
"El 25,2 por ciento de los participantes estaba vivo cuatro años después del inicio del tratamiento con el régimen STRIDE frente al 15,1 por ciento con sorafenib. Hasta la actualidad, en el tratamiento del hepatocarcinoma ninguna opción terapéutica había demostrado este beneficio de supervivencia a cuatro años, por lo que disponer de este nuevo recurso supone un gran avance para los pacientes y una nueva herramienta para los profesionales", tal como expuso el Dr. Sangro.
HIMALAYA es un ensayo aleatorizado, abierto, multicéntrico y global de fase III, que se llevó a cabo en 181 centros de 16 países, de durvalumab en monoterapia y de un régimen que comprende una dosis única de tremelimumab 300 mg añadida a durvalumab 1500 mg seguida de durvalumab cada cuatro semanas frente a sorafenib, que es un inhibidor multicinasa de referencia.
Cáncer de vías biliares
Con respecto al cáncer de vías biliares, cada año se diagnostican más de 6.500 nuevos casos, la mayoría de ellos en una fase avanzada, cuando las opciones de tratamiento son limitadas y el pronóstico desfavorable.Al respecto, los resultados exploratorios actualizados del ensayo de fase III TOPAZ-1 constatan que el nuevo tratamiento de AstraZeneca, combinado con quimioterapia estándar, demostraron un beneficio clínicamente significativo [HR=0,76, (IC del 95%: 0,64, 0,91)] en la supervivencia global (SG) a largo plazo a los tres años en pacientes con cáncer de vías biliares y constituyen el seguimiento de supervivencia más largo registrado hasta la fecha en un ensayo global aleatorizado de fase III en este contexto.
A más de tres años (mediana de seguimiento de 41,3 meses), los resultados mostraron que el tratamiento, sumado a la quimioterapia, redujo el riesgo relativo de muerte en un 26 por ciento frente a la quimioterapia en monoterapia (sobre la base de un hazard ratio [HR] de 0,74; IC del 95% 0,63-0,87). La mediana de SG fue de 12,9 meses IC (11.6-14.1) para este tratamiento más quimioterapia frente a 11,3 meses IC (10.1-12.5) para la quimioterapia sola. Más del doble de los pacientes tratados con el tratamiento basado en la inmunoterapia seguían vivos a los tres años en comparación con los tratados sólo con quimioterapia (14,6% frente a 6,9%).
El ensayo TOPAZ-1 alcanzó el objetivo primario de SG en octubre de 2021 en un análisis intermedio planificado, mostrando que la combinación reducía el riesgo de muerte en un 20 % frente a la quimioterapia en monoterapia (basado en un HR de 0,80; un IC del 95%, 0,66-0,97; un valor 2-sided p=0,021 con un umbral de significación estadística de 0,03).
"Si analizamos detalladamente los datos que hemos tenido en el estudio, estamos viendo algo muy importante que aumentan la supervivencia global, pero, sobre todo, a largo plazo. Los pacientes empiezan a ser largos supervivientes y a vivir con buena calidad de vida", tal como destacó el Dr. Muñoz. "Es un cambio muy disruptivo, dejamos la quimioterapia para pasar a un nuevo contexto de quimio más inmunoterapia", agregó.
Por su parte, Javier Letellez recalcó la importancia de estas dos nuevas opciones terapéuticas muy bien acogidas por los servicios de Farmacia Hospitalaria, tras más de 15 años sin novedades en este terreno. "Los farmacéuticos hospitalarios somos conscientes de que con los pacientes oncológicos hay que atender de manera personalizada sus necesidades y en España teníamos unas opciones muy limitadas hasta ahora".