Por primera vez en trasplante renal, una innovadora herramienta de medicina de precisión es capaz de proporcionar información personalizada para ajustar la terapia inmunosupresora a cada paciente, minimizando así el riesgo de sufrir efectos adversos como infecciones o cáncer y maximizando las posibilidades de éxito del trasplante. Así se ha ...
Por primera vez en trasplante renal, una innovadora herramienta de medicina de precisión es capaz de proporcionar información personalizada para ajustar la terapia inmunosupresora a cada paciente, minimizando así el riesgo de sufrir efectos adversos como infecciones o cáncer y maximizando las posibilidades de éxito del trasplante. Así se ha puesto de manifiesto durante el Congreso de la Sociedad Española de Trasplante (SET), celebrado en Bilbao entre el 9 y el 11 de mayo, donde Biohope, empresa española líder en investigación y desarrollo en el campo de la medicina de precisión, ha presentado el Immunobiogram®.
Se trata de una herramienta de diagnóstico in vitro patentada que combina un bioensayo único con software de análisis de bases de datos que permite a los médicos especialistas en nefrología y trasplantes optimizar la terapia inmunosupresora, de manera individualizada, en pacientes con trasplante renal. Con una única muestra de sangre se puede analizar la respuesta del paciente a los diferentes tratamientos. El immunobiogram mide el efecto inmunosupresor de los fármacos sobre las células inmunitarias de un paciente (es decir, la sensibilidad del paciente al fármaco), lo que se correlaciona con los resultados clínicos. Estos resultados se entregan al profesional médico para mejorar la personalización del tratamiento.
Alrededor de 1,5 millones de pacientes viven con un trasplante renal en el mundo. España lidera la actividad trasplantadora mundial desde hace más de 30 años y, en 2023, superó sus mejores cifras de actividad. De acuerdo con datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en España, durante el año 2023, se realizaron 5.861 trasplantes de órganos. Los trasplantes renales lideran las cifras en nuestro país con 3.688 pacientes trasplantados, un 8% más que el año anterior, seguidos de los trasplantes pulmonares y cardíacos. Sin embargo, el 50% de los trasplantes se pierden en un periodo de 10 años y la causa principal del fracaso del injerto es el rechazo.
Junto con el mantenimiento de estas cifras, el reto actual en el campo de los trasplantes de órganos es asegurar su éxito, evitar rechazos y efectos adversos de la medicación, y conseguir ofrecer a los pacientes una medicina personalizada para que puedan vivir con buena calidad de vida con el órgano trasplantado el máximo tiempo posible. Hasta la fecha, en la práctica clínica no se disponía de herramientas efectivas para la personalización del tratamiento inmunosupresor en el trasplante renal3. Los principales indicadores se basan en la farmacocinética del inmunosupresor. En consecuencia, se producen situaciones de "infra inmunosupresión" o "sobre inmunosupresión", que derivan en rechazo del injerto o efectos adversos como cáncer, enfermedad cardiovascular, infecciones oportunistas, etc.
En la mesa redonda "Medición de la no adherencia al tratamiento inmunosupresor y nuevas opciones de predicción", en el marco del Congreso de la SET, el Dr. Julio Pascual, director médico del hospital 12 de octubre de Madrid, ha compartido su experiencia y conocimientos con el resto de la comunidad médica especializada en trasplantes.
El equilibrio en la medicación, reto para que los trasplantes prosperen
En este sentido, el Dr. Julio Pascual afirma que "el reto fundamental que nos encontramos en los trasplantes renales es establecer el balance adecuado entre la inmunosupresión con fármacos para evitar el rechazo y evitar también que, por un exceso de medicamentos, el paciente sufra las complicaciones derivadas de esta inmunosupresión. Si bien es cierto que, tras años de investigación, contamos con buenos inmunosupresores, la personalización del tratamiento solo se conseguía en base a los conocimientos clínicos, la intuición y la evaluación del paciente, pero hasta ahora, a diferencia de los oncólogos o los hematólogos, que cuentan con biomarcadores o medicina de precisión hace ya algunos años, no teníamos información personalizada acerca de la sensibilidad de cada paciente a los inmunosupresores".
Immunobiogram® la nueva herramienta desarrollada por Biohope, responde a las necesidades de personalización de los nefrólogos y también de los pacientes. Este dispositivo de diagnóstico in vitro patentado contribuye al progreso del trasplante de órganos en España. Para el Dr. Pascual, "la utilización del immunobiogram nos permite analizar la respuesta y sensibilidad de los inmunosupresores de manera personalizada. Esto representa una herramienta de personalización de la inmunosupresión muy potente, pues somos capaces de practicar en cada paciente el ensayo in vitro que nos ofrece un informe y nos orienta sobre a qué fármacos el paciente responde de manera más sensible para evitar su rechazo y qué otros solo le están aportando toxicidad o riesgo de infección o cáncer. Es una de las primeras herramientas que se colocan a nuestra disposición para personalizar este tratamiento inmunosupresor".
Asimismo, Isabel Portero, CEO y fundadora de Biohope ha asegurado que "estamos emocionados de participar en el Congreso de la SET y compartir nuestro trabajo sobre Immunobiogram®. Creemos que nuestra tecnología, ya disponible para los profesionales, tiene el potencial de mejorar significativamente los resultados clínicos para los pacientes con un trasplante renal, y esperamos que tras nuestra participación en este congreso cada vez más pacientes puedan beneficiarse de esta tecnología".
El immunobiogram ya se ha realizado en más de mil pacientes en siete países y en la actualidad ya se está utilizando en hospitales de referencia de España y Portugal.