La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), - Colitis Ulcerosa (CU) y Enfermedad de Crohn (EC)-, son trastornos crónicos mediados por el sistema inmunológico que, a menudo, requieren el uso prolongado de fármacos biológicos y/o moléculas pequeñas para lograr una remisión de la enfermedad. Una nueva familia de fármacos que está actualmente disponible ...
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), - Colitis Ulcerosa (CU) y Enfermedad de Crohn (EC)-, son trastornos crónicos mediados por el sistema inmunológico que, a menudo, requieren el uso prolongado de fármacos biológicos y/o moléculas pequeñas para lograr una remisión de la enfermedad.
Una nueva familia de fármacos que está actualmente disponible para el tratamiento de la EII, son las denominadas moléculas pequeñas o fármacos de pequeño peso molecular. Engloban un grupo heterogéneo de fármacos que comparten características comunes: la capacidad de cruzar barreras biológicas, la modulación de diferentes objetivos biológicos y la biodisponibilidad oral.
Las pequeñas moléculas han demostrado ser muy eficaces y de rápido inicio de acción en el tratamiento de la EII. Una ventaja adicional de las pequeñas moléculas es su administración oral. Atributos adicionales, como un rápido inicio de acción y un alto impacto en pacientes con fracaso de otras líneas, han fomentado su uso ya que ofrecen una alternativa terapéutica tanto en primera línea como en pacientes refractarios.
Los inhibidores JAK se han asociado con anomalías de laboratorio, infecciones y riesgo de eventos tromboembólicos por lo que deben de utilizarse preferentemente en pacientes jóvenes, sin riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, que no fumen y no tengan un riesgo incrementado de neoplasias.
Esta será una de las principales conclusiones que expondrá el Dr. Guillermo Bastida, ponente en el 83º Congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y médico adjunto del servicio de Medicina Digestiva del Hospital Universitario y Politécnico La Fe (Valencia), en su ponencia "Pequeñas moléculas en el tratamiento de la EII: evidencias en la práctica clínica", de la Mesa de EII que tendrá lugar durante la celebración del 83ª Congreso de la SEPD, del 13 al 15 de junio en Valencia.
¿Qué es la EII?
El 19 de mayo se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), enfermedad crónica que se suele diagnosticar a personas jóvenes, de entre 15 y 30 años, y que afecta a la calidad de vida del paciente dando lugar a períodos de actividad de la patología seguidos de otros de remisión. Esta enfermedad produce inflamación del intestino grueso y el colon, dando lugar a Colitis Ulcerosa (CU), o bien, cursar con inflamación en cualquier parte del tubo digestivo, lo que origina la Enfermedad de Crohn (EC).
Causas y síntomas
Actualmente, se desconoce la causa exacta de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal pudiendo radicar en factores ambientales ligados a personas genéticamente susceptibles de padecerla. En este sentido, el Dr. Bastida apunta que "el factor ambiental que más influye es el tabaco" y que "la mayoría de las pacientes con Enfermedad de Crohn suelen ser fumadores".
Los síntomas pueden ser diferentes en función de la intensidad de la inflamación, entre los que se encuentran: diarrea, fatiga, dolor, cólicos abdominales, presencia de sangre en las heces o pérdida de peso, entre otros. No obstante, aunque dependan de la intensidad, "todos ellos afectan a la calidad de vida de los pacientes y a su día a día", afirma Bastida.
Diagnóstico
El diagnóstico sirve para identificar, no solo las zonas inflamadas, sino, además, la gravedad de las lesiones, lo que permite iniciar el tratamiento más adecuado de manera individualizada para cada paciente.
Generalmente, el diagnóstico se basa en la realización de una colonoscopia, ya que permite visualizar el colon (intestino grueso) y también la parte final del intestino delgado. No obstante, "cada vez se utilizan más técnicas de imagen para el diagnóstico, sobre todo, la ecografía abdominal", en especial, "cuando se trata de la Enfermedad de Crohn ya que permite una visión más completa", mientras que para estos casos "la colonoscopia no permite el paso a todo el tubo digestivo si está muy inflamado".
Como conclusión, el diagnóstico se basa en: colonoscopia, técnicas de imagen, la histología y la presencia de síntomas y "es importante saber que no hace falta cumplir estos requisitos para padecer la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, especialmente, la Enfermedad de Crohn", concluye el Dr. Bastida.