Las sirtuínas circulantes avanzan como biomarcadores en la fibrosis pulmonar idiopática
Dos miembros de esta familia de enzimas ofrecen potencial diagnóstico y muestran correlación con variables clínicas clave en la enfermedad.
Científicos de diversos centros italianos han establecido que niveles séricos bajos de sirtuína (SIRT)-1 o elevados de SIRT-3 distinguen a los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática de los individuos sanos. Adicionalmente, la SIRT-1 mostró una moderada correlación con parámetros funcionales, tales como el volumen de aire espirado en un segundo, ...
Científicos de diversos centros italianos han establecido que niveles séricos bajos de sirtuína (SIRT)-1 o elevados de SIRT-3 distinguen a los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática de los individuos sanos. Adicionalmente, la SIRT-1 mostró una moderada correlación con parámetros funcionales, tales como el volumen de aire espirado en un segundo, la capacidad vital forzada y la capacidad de transferir oxígeno de los alvéolos a la circulación. En la estratificación de los pacientes en función del estadio reflejado por la fisiología, edad y género, los investigadores hallaron que las reducciones en la SIRT-1 circulante son más acentuadas en los estadios 2 y 3, en comparación con el 1, lo que reflejaría el potencial de esta molécula como biomarcador de la progresión de la enfermedad.
Fabio Perrotta, científico de la Universidad de Campania y director del estudio, afirma que las SRT-1 y -3 resultaron ser las únicas con valor diagnóstico entre todas las sirtuínas circulantes examinadas. El investigador prosigue indicando que esta familia de enzimas con actividad deacetilasa ejerce un importante papel en múltiples procesos metabólicos y fisiológicos, incluyendo la inflamación, la senescencia celular y el equilibrio de óxido-reducción.
Los actuales hallazgos son consistentes con la conocida actividad antifibrótica de la SIRT-1 y con los resultados de un estudio previo, que demostró la presencia de niveles bajos de SRT-1 en biopsias pulmonares de pacientes, así como en ratones tratados con un agente tóxico que induce fibrosis en este tejido. En su conjunto, la evidencia actualmente disponible adjudica valor clínico a las sirtuínas, asignándoles además potencial como diana terapéutica, concluye Perrotta.
