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Un anticolinérgico podría ayudar a evitar complicaciones pulmonares en la cirugía

Investigadores reportan el potencial de la penequinina en un modelo de isquemia y reperfusión en este órgano respiratorio.

20/05/2024

Científicos de la Universidad Médica de Hebei han determinado que la administración intravenosa de penequinina, 30 minutos antes del inicio de la isquemia pulmonar, mejora significativamente la función ventilatoria tras la reperfusión del órgano. Éste mostró, además, menos cambios histopatológicos, menor grado de infiltración por células inflamatorias y una disminución ...

Científicos de la Universidad Médica de Hebei han determinado que la administración intravenosa de penequinina, 30 minutos antes del inicio de la isquemia pulmonar, mejora significativamente la función ventilatoria tras la reperfusión del órgano. Éste mostró, además, menos cambios histopatológicos, menor grado de infiltración por células inflamatorias y una disminución en los niveles de malondialdehído, reconocido marcador de daño a la membrana celular por peroxidación lipídica.

Jingui Gao, director del estudio, afirma que la reducción del estrés oxidativo en el tejido pulmonar también se manifestó en el aumento de la expresión de la superóxido dismutasa, enzima encargado de neutralizar las especies reactivas del oxígeno. En el examen del mecanismo de acción de la penequinina los investigadores hallaron que el tratamiento reduce la producción de hasta tres proteínas estrechamente relacionadas con la piroptosis, un tipo de muerte celular inducido por la inflamación. Gao prosigue indicando que el daño pulmonar por isquemia y reperfusión es una complicación frecuente en la cirugía cardiotorácica y de trasplante, causada por el estrés oxidativo subsiguiente a la restauración del flujo sanguíneo, y que en ocasiones resulta en daño irreversible. La penequinina es un recientemente descubierto antagonista selectivo de los receptores muscarínicos M1 y M3, derivado de la escopolamina.

A diferencia de otros antagonistas menos selectivos, cruza rápidamente la barrera hematoencefálica y presenta un bajo riesgo de efectos adversos cardiovasculares mediados a través del receptor M2, asegura el científico. Los actuales hallazgos son consistentes con la actividad protectora de la penequinina previamente descrita en un modelo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en la que el fármaco redujo el daño tisular causado por una toxina bacteriana. 

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