Científicos de diversos centros italianos han descubierto una interacción entre las células dendríticas del sistema inmunitario y las del mieloma múltiple (MM), por la que estas últimas reducen la expresión del proteasoma, un complejo molecular necesario para la presentación de antígenos tumorales a los linfocitos T. Esta interacción, en la ...
Científicos de diversos centros italianos han descubierto una interacción entre las células dendríticas del sistema inmunitario y las del mieloma múltiple (MM), por la que estas últimas reducen la expresión del proteasoma, un complejo molecular necesario para la presentación de antígenos tumorales a los linfocitos T. Esta interacción, en la que participa la molécula CD28 sita en la superficie de las células cancerosas, reduce en éstas la expresión del microARN miR29b, lo que resulta en un aumento de los niveles del enzima DNMT3B y el subsiguiente silenciado epigenético de los genes codificantes de las diversas subunidades del proteasoma.
Así lo afirma Vito Racanelli, investigador de la Universidad de Trento y director del estudio, quien prosigue indicando que la introducción de un mimético de miR29b en las células malignas restauró la actividad del proteasoma. Las células tratadas fueron eliminadas con mayor efectividad por los linfocitos T CD8+ aislados de la médula ósea de pacientes con MM, asegura el científico. La relevancia de miR29b y DNMT3B en la patofisiología de este cáncer hematológico pudo ser sustanciada en el análisis de células plasmáticas purificadas de la médula ósea de pacientes. Estas células, señala Racanelli, presentaron mayores niveles de DNMT3B y menores de miR29b, en comparación con pacientes con gammapatía monoclonal de significado incierto, patología considerada precursora del MM.
Los niveles de ambas moléculas, así como el grado de metilación de los genes de las subunidades del proteasoma, resultaron ser factores predictivos de progresión desde la gammapatía al MM. Adicionalmente, los niveles elevados de DNMT3B se asociaron a peor supervivencia global. Racanelli concluye indicando que los hallazgos pueden ser útiles, tanto en la estratificación de riesgo en pacientes con gammapatía como en el desarrollo de terapias basadas en miR29b.