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Las unidades de oncodermatología son necesarias para la gestión eficaz de las reacciones cutáneas tras tratamientos del cáncer

De unos años a esta parte, se ha incrementado, entre los dermatólogos, su interés por las consecuencias en la piel de los tratamientos oncológicos. De ahí, el surgimiento de la `oncodermatología´, encargada de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las lesiones cutáneas derivadas de estos procesos cancerosos.

24/05/2024

En más de un 70% de los casos, los tratamientos oncológicos tienen efectos secundarios en la piel de los afectados por este tipo de patologías. Reconocer los indicadores clave de dichos efectos, en muchas ocasiones, potencialmente severos, y aplicar protocolos de acción correspondientes, es clave para el dermatólogo, así como ...

En más de un 70% de los casos, los tratamientos oncológicos tienen efectos secundarios en la piel de los afectados por este tipo de patologías. Reconocer los indicadores clave de dichos efectos, en muchas ocasiones, potencialmente severos, y aplicar protocolos de acción correspondientes, es clave para el dermatólogo, así como comprender las prácticas de atención integral del paciente oncológico, tal como se puso de manifiesto en el seminario "El paciente oncológico: lo que el dermatólogo puede hacer", celebrado en el marco del 51º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

De la mano de los expertos Azael Freites Martínez, del Hospital Ruber Juan Bravo, de Madrid; Onofre Sanmartín Jiménez, del Instituto Valenciano de Oncología, de Valencia; Ander Paulo Mayor Ibarguren, del Hospital La Paz, de Madrid; Cristina Carrera Álvarez, del Hospital Clinic de Barcelona; y Ariadna Ortiz Brugués, del Institut Universitaire du Cancer Oncopole, de Toulouse (Francia), se abordaron diversos aspectos en este terreno de la oncodermatología, entre ellos, el paciente en tratamiento con inmunoterapias, alteraciones foliculares, y otras complicaciones a las que hay que hacer frente derivadas del proceso canceroso y que deben ser conocidas y manejadas por los dermatólogos para poder ofrecer a los afectados las recomendaciones más adecuadas.

Como indicó el Dr. Sanmartin, "las lesiones que sufren están relacionadas con la neoplasia de base y con los tratamientos que necesitan recibir; otras, inducidas por citotoxicidad directa sobre la piel,  además de aquellas asociadas a la inmunosupresión que padecen". "Con la introducción de las terapias dirigidas y la inmunoterapia el número de efectos adversos cutáneos se ha incrementado aún más", según señaló, con una merma aún mayor de su calidad de vida, e, incluso, pueden conducir a una interrupción del tratamiento oncológico, además de incrementarse el uso de recursos médicos.

De ahí, como defendió en otro momento de su intervención, la necesidad de unidades de oncodermatología en los centros sanitarios, que, desde su punto de vista, ofrecen toda una serie de ventajas. "Podremos tratar a los pacientes de forma basada en la evidencia en nuestros pacientes, se puede desarrollar, además, docencia, e incrementaremos la capacidad para desarrollar guías clínicas de tratamiento".

Principales alteraciones

Entre algunas de las principales alteraciones caben destacar las foliculares, que fueron analizadas por el Dr. Azael Freites, derivadas, principalmente, de los tratamientos con quimioterapia. Consideró que desde la dermatología "se puede aportar mucho conocimiento a este tipo de afecciones", y para ello se precisa, según señaló, "ampliar la formación así como interactuar en mayor medida con los oncólogos y fomentar la comunicación entre ambos tipos de especialistas, de lo que van a ser los principales beneficiados los propios pacientes".

Por su parte, la Dra. Cristina Carrera, del Hospital Clinic de Barcelona, ofreció algunas claves de los efectos dermatológicos que se observan en pacientes sometidos a inmunoterapia, así como una serie de pautas sobre cómo manejar este tipo de situaciones, partiendo de los cambios que se han producido a raíz de la aplicación de esta clase de tratamientos que, cada vez, se emplean en más tipos de cáncer. Y es que, como recordó, "la piel, por lo general, es el primer órgano y el más habitual en mostrar los efectos adversos que pueden llegar a ser, en algunos casos, graves", en este contexto.

Algunos de los pacientes con mayor riesgo de sufrir este tipo de efectos, según detalló, "son aquellos que reciben combinaciones de fármacos y que muestran dermatosis de base, teniendo en cuenta que van a mostrar un perfil diferente a los que reciben quimioterapia". Otro punto importante, tal como destacó, es el del diagnóstico correcto. "Hay signos que el dermatólogo sabe identificar y cuadros que son graves por el marcado impacto en calidad de vida del paciente".  Asimismo, apostó por disponer de un potente circuito de farmacovigilancia, además de un equipo multidisciplinar.

Por su parte, los Dres. Ander Paulo Mayor y Ariadna Ortiz apoyaron sus presentaciones en la selección de una serie de casos muy representativos en la materia abordada en este seminario, detallando las principales características y peculiaridades clínicas de los mismos. 

 

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