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La importancia de una microbiota saludable desde la infancia

Un estudio en ratones demuestra que la deficiencia temprana en ciertas bacterias intestinales se asocia a comportamientos depresivos o ansiosos, efectos que pueden ser corregidos farmacológicamente.

31/05/2024

Científicos de diversos centros israelíes han determinado que la ausencia de bacterias intestinales esenciales en la maduración del sistema inmunitario tras el nacimiento, tales como lactobacilos y bifidobacterias, modela tanto la estructura del colon como la susceptibilidad al futuro desarrollo de depresión o ansiedad. En la comparación entre ratones dominantes ...

Científicos de diversos centros israelíes han determinado que la ausencia de bacterias intestinales esenciales en la maduración del sistema inmunitario tras el nacimiento, tales como lactobacilos y bifidobacterias, modela tanto la estructura del colon como la susceptibilidad al futuro desarrollo de depresión o ansiedad. En la comparación entre ratones dominantes y sumisos, los investigadores hallaron que estos últimos presentan una capa de mucina colónica más gruesa y, al inicio de la edad adulta, menor longitud e integridad en este órgano y mayor permeabilidad del mismo.

Los niveles intestinales de ácidos grasos de cadena corta y la abundancia de linfocitos T reguladores también fueron inferiores, según afirma Shiri Navon-Venezia, científica de la Universidad Ariel y codirectora del estudio. Notablemente, la terapia oral con ácido hialurónico o celecoxib en la edad adulta revirtió este fenotipo. La investigadora indica que ambos compuestos incrementaron la longitud del colon y redujeron las deficiencias en las interacciones sociales, siendo celecoxib efectivo en la reducción de los síntomas asociados a la ansiedad y la depresión. En consonancia con su actividad antiinflamatoria, este fármaco causó una significativa reducción en la expresión de hasta 15 citoquinas proinflamatorias en el colon, señala Navon-Venezia.

Numerosos estudios previos, tanto en animales como en humanos, ya habían demostrado la relevancia de la inflamación y de la respuesta al estrés en la etiopatogenia de los déficits sociales propios de estas alteraciones del estado de ánimo. Aunque el actual trabajo ha sido realizado en animales, éstos han sido obtenidos mediante un proceso de cría que genera de manera selectiva los dos fenotipos examinados, aseguran los autores.

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