Científicos de diversos centros chinos han establecido que la administración intraperitoneal de dexmedetomidina en ratones expuestos a un paradigma de estrés agudo, reduce la ansiedad y mejora la capacidad de aprendizaje y la memoria. Los animales tratados inmediatamente después de la exposición obtuvieron puntuaciones significativamente superiores en hasta cuatro tests ...
Científicos de diversos centros chinos han establecido que la administración intraperitoneal de dexmedetomidina en ratones expuestos a un paradigma de estrés agudo, reduce la ansiedad y mejora la capacidad de aprendizaje y la memoria. Los animales tratados inmediatamente después de la exposición obtuvieron puntuaciones significativamente superiores en hasta cuatro tests que miden la capacidad exploratoria, de reconocimiento de objetos nuevos y de recordar procesos previamente aprendidos. En el examen del potencial mecanismo de acción del fármaco, los investigadores hallaron que éste estabiliza la composición de la microbiota intestinal, que de otro se ve alterada por el estrés.
Li Chen, científico de la Universidad Médica de Wenzhou y codirector del estudio, afirma que los ratones tratados recuperaron, al menos parcialmente, la abundancia de lactobacilos, proteo- y deferribacterias, exhibiendo además mayor abundancia de los géneros bacterianos Blautia y Coprobacillus. El investigador prosigue indicando que la dexmedetomidina es frecuentemente usada para mejorar la función cognitiva en el postoperatorio, fase en la que los pacientes pueden presentar alteraciones en el reconocimiento y en la memoria a corto a plazo. Aunque ya era conocido que el fármaco protege el sistema nervioso central de la inflamación, su actividad sobre los comportamientos asociados a la ansiedad todavía estaba poco investigado, asegura Chen.
El vínculo ahora identificado entre la dexmedetomidina y la microbiota intestinal es consistente con los resultados de un estudio previo, en el que el fármaco restauró por un mecanismo similar ciertas funciones inmunitarias alteradas como consecuencia de la restricción del sueño. El científico concluye señalando que se requiere un ensayo prospectivo para confirmar el potencial clínico de la dexmedetomidina en el estrés agudo.