La insuficiencia cardiaca (IC) es un síndrome clínico que afecta a más de 700.000 personas en España y que incide en gran medida en la calidad de vida de las personas que la padecen, impidiendo que realicen con normalidad las actividades más cotidianas, como subir escaleras, hacer la compra del día ...
La insuficiencia cardiaca (IC) es un síndrome clínico que afecta a más de 700.000 personas en España y que incide en gran medida en la calidad de vida de las personas que la padecen, impidiendo que realicen con normalidad las actividades más cotidianas, como subir escaleras, hacer la compra del día a día e incluso dormir. Para profundizar en cómo se maneja esta condición desde una perspectiva sanitaria completa y actualizada, se ha llevado a cabo la encuesta iCuest, en colaboración con la Asociación de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el Grupo de Trabajo de IC y Fibrilación Auricular de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), y la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly.
iCuest resalta la importancia de homogeneizar la asistencia sanitaria para la insuficiencia cardíaca en España, especialmente en aquellos hospitales que carecen de unidades acreditadas. Si bien algunos servicios generales presentan infraestructura adecuada, persisten diferencias significativas en la atención de este síndrome complejo. Entre las áreas de mejora halladas se encuentra fortalecer la coordinación entre la atención primaria y las UIC ,de Cardiología y Medicina Interna, acreditadas o sin acreditar, para garantizar un tratamiento coherente y continuo, lo cual podría impactar positivamente y de manera considerable la calidad de vida de los pacientes, ya que la colaboración interdisciplinaria y la integración de servicios son esenciales para establecer un estándar de cuidado que aborde eficazmente el síndrome de la IC que puede ser tanto agudo como crónico.
Los resultados de la Fase I de iCuest realizada a finales de 2021, que evaluaron unidades IC acreditadas, revelaron que el 87% disponía de hospital de Día y un 92% contaba con enfermería especializada. La Fase II, realizada en 2022 en servicios de Cardiología y Medicina Interna sin unidades de IC acreditadas, ha puesto de manifiesto diferencias en el manejo de la IC en hospitales sin unidades de IC acreditadas, donde el 83% disponen de hospital de día y un 62% enfermería especializada, un porcentaje significativamente inferior1.
Desafíos en la coordinación con Atención Primaria
La coordinación con la Atención Primaria ha resultado ser un área que requiere mejoras significativas. Hasta el momento, el 24% de las Unidades de Insuficiencia Cardiaca acreditadas por Medicina Interna como Unidades de Manejo Integral de Pacientes con Insuficiencia Cardiaca (UMIPIC) o SEC-Excelente, reportan mantener una comunicación fluida con Atención Primaria3, mientras que en los hospitales sin unidades acreditadas esta cifra desciende a un 15%1. Por otra parte, también se ha visto que los servicios de cardiología tienen más protocolos, mayor porcentaje de enfermería especializada y gestionan un mayor volumen de pacientes que los servicios de Medicina Interna. En general, la coordinación entre atención primaria y las UIC es escasa, esto resalta la disparidad en recursos y protocolos entre los diferentes tipos de hospitales y un área de mejora en la asistencia de estos pacientes.
El Dr. Manuel Anguita, cardiólogo, señala: "Los hallazgos de la segunda fase de la encuesta iCuest nos permiten entender las áreas en las que necesitamos mejorar para optimizar el manejo de la insuficiencia cardíaca, tanto en hospitales con unidades acreditadas como en aquellos sin estas unidades. Estos resultados nos ayudarán a diseñar las estrategias para garantizar una atención más uniforme y eficaz para los pacientes con IC, así como para mejorar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales."
"Mirando hacia el futuro, es crucial que continuemos promoviendo la innovación en las estrategias diagnósticas y terapéuticas para la insuficiencia cardíaca (IC). La adopción de tecnologías emergentes y el desarrollo de nuevos biomarcadores son esenciales para avanzar en nuestra comprensión y tratamiento de esta condición compleja. Esto incluye fortalecer las comunicaciones entre los diferentes profesionales de la salud, desarrollar protocolos de seguimiento compartidos y proporcionar educación continua para los pacientes y sus familias sobre el manejo de este síndrome", indica el Dr. Álvaro G. Franco, internista.
Hallazgos clínicos sobre el manejo de pacientes
En esta segunda fase de iCuest, se envió la encuesta online a 309 servicios de Cardiología y Medicina Interna, sin unidades IC acreditadas SEC-Excelente o UMIPIC, evaluando las características organizativas, modelos de gestión e integración entre servicios, recursos, protocolos de derivación y volumen y frecuencia de consultas. De todas las encuestas enviadas fueron contestadas 86, dividiéndose de manera equitativa entre ambas especialidades. Esto supuso el 37% de los envíos a Cardiología y 20% sobre el total de Medicina Interna.
Los resultados de la fase I demostraron que tanto las UIC de Cardiología SEC-Excelente como las UIC de Medicina Interna UMIPIC atienden a pacientes con perfiles específicos. En las unidades de Cardiología SEC-Excelente, se atienden principalmente a pacientes con IC con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) reducida, representando el 82% de sus casos. Por otro lado, las unidades de IC de Medicina Interna UMIPIC atienden mayoritariamente a pacientes más añosos, con más comorbilidades y con FEVI preservada, también en un 82% de sus casos3. Sin embargo, es
importante resaltar que en ambas fases, el perfil del paciente atendido fue el mismo, este aspecto es muy relevante, porque muestra que las diferencias en los perfiles de pacientes atendidos dependen de la especialidad, cardiología o medicina interna y no de si las unidades están acreditadas o no.
Diferencias en infraestructura, tratamiento y personal médico
Esta encuesta destaca las diferencias en la infraestructura y el personal médico, además de mostrar cómo se evalúan y se sigue el progreso de los pacientes. El biomarcador NT-proBNP es el más usado para diagnosticar y pronosticar esta condición y la escala NYHA sigue siendo la principal herramienta para medir la limitación de la actividad física del paciente con IC, aunque también se usan otros métodos como el cuestionario de Kansas City, que ayuda a entender en detalle los síntomas del paciente y cómo afectan a su calidad de vida.
En cuanto al tratamiento de la insuficiencia cardíaca durante la hospitalización, hay un acuerdo general sobre el uso de métodos terapéuticos novedosos y mayoritariamente (88%) se lleva a cabo la titulación de todos los fármacos a la vez. Este enfoque común muestra una estrategia más intensiva en las fases iniciales de la IC, centrada en estabilizar rápidamente al paciente y prevenir una rápida progresión. Empezar con estos tratamientos modernos mientras el paciente está en el hospital resalta la importancia de actuar pronto y de manera efectiva, lo que puede influir positivamente en los resultados de salud a largo plazo.