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Identifican factores que aumentan el riesgo de infecciones del tracto urinario asociadas al catéter

Las infecciones del tracto urinario asociadas a catéteres se encuentran entre las infecciones nosocomiales más comunes en todo el mundo, sin embargo, conllevan muchas complicaciones a la hora de su abordaje, en parte debido al desarrollo de resistencia a múltiples fármacos por parte de patógenos relacionados con las mismas.

31/05/2024

Un desafío importante para la comunidad médica es predecir el riesgo de un paciente de desarrollar infecciones del tracto urinario asociadas al catéter (IACU) y más aún cuándo estas infecciones pueden provocar la muerte. Ahora, un estudio de la Universidad de Notre Dame de Indiana (EEUU) ha identificado una población que ...

Un desafío importante para la comunidad médica es predecir el riesgo de un paciente de desarrollar infecciones del tracto urinario asociadas al catéter (IACU) y más aún cuándo estas infecciones pueden provocar la muerte. Ahora, un estudio de la Universidad de Notre Dame de Indiana (EEUU) ha identificado una población que podría ser más susceptible a desarrollar una IACU.

Los investigadores demostraron que los modelos con deficiencias fibrinolíticas, o condiciones que causan una sobreactivación de la proteína fibrina, tenían un mayor riesgo de desarrollar IACU graves y persistentes. Además, descubrieron que estos mismos modelos tenían más probabilidades de desarrollar sepsis.

Cuando se lesiona, el cuerpo recurre a un proceso que utiliza fibrina para reparar una herida, creando una estructura fibrosa para evitar el sangrado durante el proceso de curación. La fibrina, según estos autores, es vital en la formación de coágulos sanguíneos cuando el cuerpo intenta reparar lesiones.  Ana Lidia Flores-Mireles , profesora asistente Hawk de Ciencias Biológicas en Notre Dame, estudió cómo este proceso de curación podría promover la infección durante el cateterismo urinario en modelos animales.

"Un catéter urinario roza constantemente el tejido de la vejiga, provocando inflamación continua y daño mecánico", explicó la prof. Flores-Mireles. "El cuerpo activará la curación de la vejiga dañada reclutando la proteína fibrinógeno del torrente sanguíneo. El fibrinógeno se convertirá en fibrina, lo que crea estructuras en forma de red que se acumulan donde los patógenos luego colonizan y promueven una infección persistente".

El estudio, publicado en ´Nature Communications´, encontró que cuantas más "redes" de fibrina crea el cuerpo, más susceptible era el modelo a la colonización de patógenos elevados y más fibrinógeno se encontraba en el sistema circulatorio. A medida que aumenta la cantidad de fibrinógeno o fibrina en el torrente sanguíneo, es más probable que una IACU se propague a otros órganos y tejidos.

Sin embargo, cuando los investigadores bloquearon el reclutamiento o la acumulación de fibrinógeno, redujeron las IACU porque los patógenos necesitaban la estructura similar a una red de fibrina para sobrevivir y persistir.

La investigación sugiere que los pacientes cateterizados que reciben medicamentos antifibrinolíticos o medicamentos que desalentan el sangrado podrían tener un mayor riesgo de desarrollar una IACU. Los medicamentos antifibrinolíticos se utilizan a menudo para tratar hemorragias posparto, lesiones traumáticas y otros procedimientos quirúrgicos, todos los cuales podrían requerir catéteres para su tratamiento.

La prof. Flores-Mireles cree que este estudio se puede aplicar para prevenir y gestionar mejor las IACU en humanos, especialmente debido a la actual falta de consenso sobre las mejores prácticas para el tratamiento de este tipo de infecciones.

"Estamos convencidos que estos hallazgos proporcionan datos clave para informar las pautas de cateterismo urinario en centros de atención médica y unidades de cuidados intensivos, lo que brindará una mayor calidad de vida a los pacientes y minimizará el riesgo de complicaciones", concluyó la prof. Flores-Mireles.

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