Científicos de diversos centros alemanes han identificado en el líquido ascítico del cáncer de ovario una subpoblación celular que expresa frecuentemente el marcador CD39. Esta expresión se asoció a parámetros clínicos desfavorables y a mala prognosis, según se desprende del análisis de casi 200 muestras derivadas de pacientes. En la ...
Científicos de diversos centros alemanes han identificado en el líquido ascítico del cáncer de ovario una subpoblación celular que expresa frecuentemente el marcador CD39. Esta expresión se asoció a parámetros clínicos desfavorables y a mala prognosis, según se desprende del análisis de casi 200 muestras derivadas de pacientes. En la estratificación por abundancia de CD39, los investigadore hallaron una correlación positiva entre esta molécula y el estadio de la enfermedad, presencia de afectación ganglionar e invasión linfovascular. Los niveles de CD39 en los linfocitos T también se correlacionaron con los de la molécula inmunosupresora TIGIT.
Franziska Brauneck, científica de la Universidad Hubertus Wald y directora del estudio, afirma que la expresión elevada de ambas moléculas, así como la expresión elevada de CD39 en pacientes sin afectación ganglionar, se asociaron a peor supervivencia global. La investigadora prosigue indicando que el CD39 puede ser inducido mediante estimulación crónica de linfocitos T citotóxicos nunca antes activados, derivados de personas sanas.
Esta activación repetitiva incrementa la expresión de TOX, factor de transcripción esencial en el agotamiento celular, asegura Brauneck. Crucialmente, el estudio también demostró que el bloqueo del CD39 mediante un nanocuerpo aumenta la actividad proliferativa y citotóxica de los linfocitos T citotóxicos derivados de pacientes. Brauneck señala que el bloqueo simultáneo de TIGIT aportó un beneficio limitado, incrementado sólo la producción de TNF-alfa. Los actuales hallazgos justifican la ulterior exploración in vivo del nanocuerpo en modelos de cáncer de ovario, concluye la investigadora.