Los españoles de entre 30 y 34 años, los que menos informados se sienten sobre salud reproductiva. Tabús sobre la fertilidad en España. Merck presentó este martes, aprovechando que era Día Mundial de la Fertilidad, su última encuesta sobre este tema en una mesa redonda presentada por la periodista Marta Fernández. "El conocimiento es la mejor herramienta contra los tabús. Cuando tenemos información, tenemos poder para tomar decisiones a tiempo", dijo. Señaló que la edad comprendida entre 30 y 34 años es clave para adoptar decisiones en el plano de la fertilidad. Comentó que más de la mitad de la población ha buscado en Internet sobre reproducción asistida.

Para el Dr. Juan José Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, el término de salud reproductiva es confuso. "En los últimos 20-30 años, han sido enfermedades de transmisión sexual y bastante menopausia. En cambio, la reproducción ha quedado en un segundo o tercero plano", afirmó. Añadió que nos hemos preocupado mucho en evitar las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados en jóvenes. "No sé si el grupo de edad entre 30 y 34 años no está informado o no quiere estar informado de manera consciente", reflexionó. La gente se siente joven para ejercer de madres en edades para los que la naturaleza no se ha concebido. Recordó que la edad media de emancipación en España es 30 años. Y, si se va tan tarde de casa, "no le vas a decir que se embarace antes". El primer concepto es ver si se necesita ser padre o madre.

Al Dr. Antonio Urríes, presidente de la Asociación por el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), sí que le sorprendió este dato, porque muchas parejas dicen que se sienten informados. Pero, es una apreciación pensar que lo saben. "Cuando hablas con las parejas, ven que sí hay un problema. El sentirse bien con 40 años, les hace creer que están bien", aseveró. Para Raquel Urteaga, psicóloga especialista en reproducción asistida y miembro del Grupo de Interés por la Psicología de la SEF, la base es que no tenemos una educación reproductiva. "Hay que empezar desde abajo, que sería desde los 18 años", matizó.

Más de la mitad de la población ha buscado información sobre reproducción asistida a través de Internet (55%), especialmente los de 25-29 años (63%). Paula Rodríguez, directora de la Unidad de Fertilidad de Merck en España, apuntó que por eso están trabajando ellos en la plataforma digital Concibe, con un contenido adaptado "y dando simplicidad", para que se pueda tomar conciencia. Éste es un proyecto que lleva una andadura de tres años. El contenido está elaborado por expertos que garantiza rigurosidad.

Marian Cisterna, fundadora del grupo de apoyo Hello, contó su experiencia como paciente. "En este tipo de plataformas, puedes hablar las mismas cosas en un mismo idioma emocional", expresó. Sostuvo que la frase "no te obsesiones, cuando dejes de pensar en ello, te quedarás embarazada" es muy dañina. Por eso, ella apostó por crear un espacio en el que se reciba y se dé ayuda. Es importante "contar con plataformas como Concibe, en la que hablan expertos y donde la información es pura, no está intoxicada". Igualmente, el tema de si los pacientes están informados o no. "Al igual que se hacen campañas de prevención de embarazos no deseados, había que hacerlas para dejar claro que la fertilidad tiene un límite en el lado femenino y puede estar alterada en el masculino", subrayó. Se mostró a favor de hacer test de fertilidad a la población.

El 81% de las personas que conocen a otras que han estado en un proceso de reproducción recurriría a él en caso de necesitarlo (versus el 73% de media). El 53% de ellas también lo compartiría abiertamente (versus el 48% de media). Urteaga incidió en lo beneficioso de tener un brazo amigo en el que apoyarse y de conocer a gente que ha pasado por lo mismo. La intención de las plataformas de apoyo es empatizar, normalizar. Las mujeres se informan más que los hombres a través de otras personas. "Nuestro cerebro se desarrolla de una manera diferente. El cerebro femenino tiene más conexiones emocionales en general. Y necesitamos expresas para buscar soluciones. El varón tiende más a aislarse. Ellos suelen tener más una función en este proceso de soporte", observó.

Sólo seis de cada diez de las personas encuestadas se han preocupado alguna vez por su fertilidad. Las mujeres mucho más que los hombres (64% versus 52%). Urríes puntualizó que a las consultas suelen ir parejas. Hay un cambio de modelo familiar y a no hay una interpretación de que la mujer tenga que ser madre exclusivamente en pareja. Espinós aclaró que en todos los países occidentales están cambiando las causas por las que la gente va a los centros de reproducción asistida. Hoy en día, lo que predomina es la edad. A pesar de ello, no es un problema sanitario troncal. Los recursos que se utilizan en estos casos son inferiores a los que se deberían recurrir. "Hay algo que no acabo de entender. Reclamo el papel protagonista de la mujer en la fertilidad. Sólo las mujeres se pueden quedar embarazadas. Por eso, es lógico que se informen más", mantuvo. En ese aspecto, las mujeres tienen mucho que decir en este aspecto.

Las mujeres están más dispuestas a hablar de esto que los hombres. Urteaga describió que la situación no tiene nada que ver cuando el varón, en parejas heterosexuales, acompaña a la mujer desde la primera sesión que cuando no lo hace. "Todavía hay mucho varón que considera que si tiene un problema de reproducción asistida no es tan hombre y no es así", expuso. En las terapias, el varón escucha más y la mujer encuentra apoyo en él. La mayoría de los encuestados sigue teniendo reticencias a compartir abiertamente dificultades para tener un hijo. Más de la mitad (52%) sólo lo haría con su círculo cercano. Cuando una de cada cinco parejas en España tiene problemas para concebir un hijo.

"Si en consulta, hacemos protagonista a uno de los dos, no hacemos equipo", advirtió Cisterna. Invitó a hacer a los hombres del mismo modo protagonistas del proceso, porque "son igual de importantes". En pareja, en esto, hay que ir a la par. Con respecto al tabú, reconoció que cuesta porque es algo íntimo. "Muchas veces, en la pareja, uno de los dos no tiene problema en contarlo. Pero, la otra se tiene que ceñir a respetar la privacidad de la pareja. Y muchas veces no se cuenta porque la gente es muy ´pesada´ con este tema y se cansan de compartirlo", explicó. En estos últimos diez años, el tabú ha descendido y prima más la presión.

Los hombres no perciben que existan tantos tabús como las mujeres: 65% versus 70%, pero tienen más (a compartir su proceso de reproducción asistida o a interactuar en redes con temas de esta naturaleza). Sólo seis de cada diez personas compartirían que están en un proceso de reproducción asistida con su manager o jefe. Cisterna precisó que "la conciliación empieza con el proceso de reproducción asistida". Es muy complicado encajar el trabajo con un tratamiento de reproducción asistida. Espinós instó a que hay que hacer llegar a la gente que existen problemas de fertilidad ligados a la edad y que hay que intentarlo prevenir. Existe una edad biológica para reproducirse y hay que buscar que la población se quedara embarazada antes. En 1975, la edad media de embarazo de una mujer era 25 años. Actualmente, 35.

Para Merck siempre ha sido una prioridad promover un marco de flexibilidad para cuando se está en un proceso de fertilidad y en acompañar psicológicamente a quienes lo viven. Este laboratorio ha dado un paso más allá y ha lanzado un programa de beneficios, para financiar un tratamiento de reproducción asistida, para sus empleados.

Sobre la preservación de óvulos, Fernández consideró que es primordial tener información. El 38% de las mujeres consideraría la opción de recurrir a la preservación de óvulos. Sin embargo, casi nueve de cada diez de las mujeres piensan que esta opción aliviaría la presión que tienen para ser madres en momentos específicos de su vida. Urríes defendió que se debe tener la preservación de la fertilidad como un recurso, que "es una opción cuando no hay otra opción". Si se tiene claro que antes de los 35 años no se va a ser madre, de acuerdo con congelar óvulos antes. La clave es tener información. Espinós determinó que sólo siete u ocho óvulos que se obtienen para reproducción asistida acabarán siendo un recién nacido. El tener una estabilidad económica y una vivienda es lo que ahora se considera necesario a la hora de tener un hijo. Eso hay que tenerlo en cuenta.

Cualquier tipo de campaña informativa es bienvenida. Urteaga declaró que hay que ajustar las expectativas, porque el preservar la fertilidad tampoco es garantía de éxito. Cisterna remarcó lo óptimo que es conocer la propia fertilidad. Hubo una campaña hace años en los que las tecnológicas facilitaron que sus empleadas hicieran preservación de fertilidad y se les criticó el que parecía que se fomentara el que trabajaran y retrasaran el ser madres. Desde Merck, lo ven como una alternativa, como una técnica de reproducción asistida más.

Existen iniciativas, por ejemplo, en Galicia, que tiene previsto el financiar las preservaciones de fertilidad que son sociales, no sólo de origen médico. Espinós justificó que funcionará en base a listas de esperas y en la sostenibilidad del sistema. Concluyó que, mientras el Ministerio de Sanidad, y las Consejerías, no consideren un tema prioritario el de la fertilidad la situación será difícil.