Científicos de diversos centros japoneses han hallado que la proporción entre linfocitos y monocitos (PLM), el número de líneas de terapia previas y haber recibido daratumumab determina la supervivencia libre de progresión (SLP), en pacientes con mieloma múltiple tratados con dexametasona, isatuximab y pomalidomida. La mayor SLP fue observada en ...
Científicos de diversos centros japoneses han hallado que la proporción entre linfocitos y monocitos (PLM), el número de líneas de terapia previas y haber recibido daratumumab determina la supervivencia libre de progresión (SLP), en pacientes con mieloma múltiple tratados con dexametasona, isatuximab y pomalidomida. La mayor SLP fue observada en aquellos en los que el valor de la PLM fue de al menos 4, con menos de 6 líneas de tratamiento previas y que no habían recibido daratumumab. Bajo el régimen terapéutico examinado, las elevaciones de la PML y del contaje de leucocitos se asociaron a mayor supervivencia global.
Junya Kanda, investigador de la Universidad de Kioto y director del estudio, afirma que aunque el recientemente desarrollado anticuerpo anti-CD38 isatuximab ofrece beneficio en pacientes con enfermedad refractaria o relapso, una proporción de los mismos presentan una respuesta insuficiente a este agente, sin que hasta ahora existieran biomarcadores predictivos de respuesta antes del inicio de la terapia. Trabajos previos del mismo laboratorio ya habían puesto de manifiesto el valor del contaje de linfocitos y monocitos en la predicción de respuesta a otros agentes biológicos y anticuerpos, tales como elotuzumab y daratumumab, asegura el científico.
Kanda prosigue indicando que la desfavorable influencia de daratumumab en el actual estudio podría ser consecuencia de la reducción en el número de células NK inducida por este anticuerpo. Estas células participan en el mecanismo de citotoxicidad de isatuximab, por lo que su disminución puede afectar negativamente la eficacia de esta terapia, teoriza el investigador