En el 30º Congreso Nacional de Medicina General y de Familia se habló de las implicaciones de la inteligencia artificial (IA) en la práctica clínica diaria, de los principios éticos de la misma en la consulta y se identificaron los problemas principales que presenta. Modero el debate José Manuel Solla Camino, médico de familia del Área de Conocimiento Clínico de la SEMG. Se visionó una adaptación de 45 minutos de la película Neuro.

Gonzalo G.Palmeiro, director de cine, explicó que escribió el guion de dicha película en 2014. La IA es propia de las películas de ciencia ficción. Algo que le parecía interesante era el despertar de la IA de forma consciente. Ahí está la posibilidad de que la consciencia humana pueda sobrevivir más allá de su cuerpo biológico. Se preguntó qué es lo que nos hace humanos. Respecto a predecir el futuro, se cuestionó que es lo que supondría. Se hizo muchas preguntas como quién arbitraría la IA y a las empresas que la desarrollan. Estaba seguro de que la IA que planteó en la película se acabaría desarrollando. El cine y la literatura de ciencia ficción esta plagada de IA que no está llena de pétalos de rosas.

Cristina Santomé, MIR de medicina de familia, señaló que los estudiantes son constructores de conocimiento, no meros canales de información. "Me gustaría que no perdiéramos de vista que nuestra razón de ser profesional es la persona y no la máquina". A su juicio, es la clave del avance de aquí para adelante.

Para Juan José Rodríguez Sendín, médico de familia, del Grupo Bioética de la SEMG, es importante no perder el hilo de las cosas. "Si en una habitación cerrada metéis a un tigre con una cesta de frutas tropical y a un niño de dos años, si le entra hambre, se comerá al niño, porque es carnívoro. El tigre no cambiará. El capital no cambiará de apetencia", contó. "Hoy, el imbécil es el que mete en la habitación al niño y al tigre. La IA, como todos los instrumentos, es maravillosa. A lo largo y ancho de todos los inventos humanos, surge aquella parte del ser humano mitad ángel, mitad diablo. Y están los intereses económicos. Nos venden la IA con sus aspectos positivos. Pero, no podemos olvidar que, a la par de los beneficios, lo malo. La IA va a actuar en función de los datos que recibe. Cuando no sean correctos, lo hará de manera sesgada", reflexionó. Admitió que habrá un montón de trabajo de las especialidades que va a desaparecer.

Una conclusión es que la IA tiene que tener límites. Solla sopesó que "nosotros somos donantes de datos a través de las redes sociales, y prácticamente no somos conscientes". Rodríguez Sendín consideró que el Reglamento del Espacio Europeo Sanitario de Datos se ha generado de manera "lejana" a los ciudadanos. Se pretende "acceder a toda la información sanitaria". Enfatizó la palabra toda. Esa información los médicos no son capaces de abordarla y una máquina la podrá manejar. Las características de la información sanitaria, una vez que se pierda, es que es irrecuperable. Los datos genéticos son inmodificables y se pueden trasladar instantáneamente al resto del mundo. Los datos genéticos además condicional a la descendencia de cada persona.