En España, la incontinencia urinaria afecta a 6,5 millones de personas, siendo un importante problema de salud que incrementa a medida que la población envejece. "Esta afección es considerada un problema de salud invisible que se vive en silencio por vergüenza o desconocimiento de su tratamiento y que limita la ...
En España, la incontinencia urinaria afecta a 6,5 millones de personas, siendo un importante problema de salud que incrementa a medida que la población envejece. "Esta afección es considerada un problema de salud invisible que se vive en silencio por vergüenza o desconocimiento de su tratamiento y que limita la vida de las personas que la sufren afectando a los distintos ámbitos de su vida (personal, laboral, social y de pareja)", destaca el Dr. Francisco Cegri Lombardo, especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria y experto en Geriatría, Gerontología y en el cuidado de las heridas crónicas.
Las enfermeras de Atención Primaria son una pieza clave en la detección de la incontinencia urinaria, ya que son el primer contacto que tiene el paciente cuando llega a consulta. "Es fundamental realizar la pregunta: ¿se le escapa la orina? Resulta una estrategia oportunista recomendada para que los profesionales sanitarios identifiquen este problema de salud tan prevalente y con alto impacto en la calidad de vida de las personas y en el consumo de recursos para el Sistema Nacional de Salud", señala el Dr. Cegri.
Angels Roca, presidenta de la Asociación Incontinencia (ASIA), coincide con el doctor en que "al estar en contacto con los pacientes pueden identificar los primeros síntomas y su detección resulta crucial para garantizar un diagnóstico temprano". "Además, los profesionales de la Atención Primaria ayudan a prescribir los tratamientos iniciales, como medidas dietéticas, revisión de fármacos, recomendaciones en rehabilitación y pueden encargarse de derivar a los especialistas si es necesario", explica Roca.
Las personas con incontinencia urinaria superan en número a los afectados por otras patologías como la diabetes, la artrosis o la osteoporosis y, la mayoría de ellos puede llegar a sufrir episodios de estrés o depresión por tener que hacer frente a esta afección cada día.
Por todo ello, con motivo de la Semana Mundial de la Continencia, que tiene lugar del 20 al 26 de junio, la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (FAECAP) organiza, con la colaboración de Essity y la Asociación Incontinencia (ASIA), el webinar `Incontinencia Urinaria (método case). La indicación del absorbente, más allá de la simple receta´, cuyo objetivo es abordar la incontinencia urinaria y la importancia de la correcta indicación del absorbente como tratamiento a esta afección a la que tienen que hacer frente millones de personas en nuestro país.
El absorbente: un recurso esencial para mejorar la calidad de vida del paciente
El Dr. Cegri destaca que "los absorbentes permiten a las personas con incontinencia la realización de las actividades cotidianas, son un recurso imprescindible para el tratamiento inicial de esta afección". Roca coincide con Cegri en que el absorbente es necesario para cualquier persona que sufre incontinencia urinaria y, además, señala que "es muy importante conocer cuál es el absorbente que te va mejor".
"El absorbente te da libertad y calidad de vida. Para elegir un adecuado absorbente, es fundamental que tenga una buena absorción, capacidad de retención, cuidado de la piel, discreción, comodidad y que sean fáciles de poner", añade Roca.
Para realizar un adecuado tratamiento, es clave llegar a un correcto diagnóstico de cada paciente con el objetivo de mejorar su calidad de vida. "En algunas ocasiones para confirmar el diagnóstico de la incontinencia se necesitará realizar un análisis de sangre y orina, una ecografía o un estudio urodinámico. Y una vez que les realizamos estas pruebas, les informamos de los tratamientos que pueden mejorar la severidad y frecuencia de las pérdidas de orina como los ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico, ejercicio de Kegel, o técnicas conductuales, como la micción programada", concluye el Dr. Cegri.