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ICARE, un proyecto de la Universitat Rovira i Virgili para monitorear la actividad de las personas vulnerables que viven solas

Un grupo de investigadores del DEIM está ideando este proyecto que consiste en un sistema computacional para monitorizar la actividad y los parámetros vitales de las personas vulnerables con el fin de hacer un seguimiento de sus necesidades.   

19/06/2024

La Universitat Rovira i Virgili tiene en marcha un proyecto que será de gran ayuda para las personas vulnerables que viven solas. Un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas (DEIM) liderado por el catedrático Domènec Puig están ideando un sistema computacional para monitorizar la actividad y mesurar ...

La Universitat Rovira i Virgili tiene en marcha un proyecto que será de gran ayuda para las personas vulnerables que viven solas. Un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas (DEIM) liderado por el catedrático Domènec Puig están ideando un sistema computacional para monitorizar la actividad y mesurar en tiempo real los parámetros vitales. El objetivo será que, con toda la información recogida mediante un conjunto de sensores y a través de la inteligencia artificial, que gestionará los datos y en base a ellas hará recomendaciones, los médicos y los cuidadores sociales tengan más elementos para hacer el seguimiento de la salud y las necesidades de las personas vulnerables.     

El proyecto ICARE, financiado por el Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat gracias a los fondos Next Generation, parte de la iniciativa del DEIM de la URV, que cuenta con la colaboración del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, en cuanto al asesoramiento médico, y de la Fundación Ave Maria de Sitges, que dispone de residencias para personas vulnerables y pisos tutelados.

"Teníamos claro que la sensorización de los domicilios se tenía que hacer de manera no invasiva, es decir, sin cámaras ni otros elementos que pudieran molestar o alterar el comportamiento de las personas que viven solas. Por eso buscamos sensores, algunos que ya existen y otros que desarrollan algunos colaboradores, como por ejemplo el investigador de la URV Eduard Llobet, que mensuran los niveles de determinados gases que permiten saber la actividad humana que se lleva a cabo en la casa. Por ejemplo, la concentración de CO2 más o menos intensa nos da información de lo que está haciendo la persona, si se mueve, si se levanta o no de la cama, cuánto rato se está en el lavabo o en la cocina…" Lo explica Domènec Puig, investigador principal de un proyecto que está en la fase inicial, en la cual se escogen los sensores que se usarán. 

La información que suministren estos sensores distribuidos por la vivienda se complementará con una aplicación móvil que, enfocando la cara del paciente, permite saber parámetros como el ritmo cardíaco, la respiración, la presión sanguínea… "De sensores como estos ya existen y estamos escogiendo el más adecuado. Este método tampoco es invasivo ni hace falta que la persona tenga nada conectado, ni tampoco se hace ningún reconocimiento facial. Simplemente se tiene que poner ella misma el móvil delante de la cara periódicamente y la aplicación es capaz, tan solo analizando el rostro, de sacar todos estos datos", afirma Domènec Puig.      

Histórico real del paciente

Hatem Rashwan, otro de los investigadores del proyecto, explica que toda la información recogida por los sensores y por la aplicación móvil se centraliza en una plataforma inteligente, que está desarrollando el equipo investigador del proyecto. Este sistema basado en inteligencia artificial será capaz de procesar la información y hacer las recomendaciones a cuidadores sociales y médicos, que en base a todo ello tomarán las decisiones finales. "Uno de los objetivos del proyecto es hacer predicciones de los síntomas de enfermedades crónicas, como por ejemplo las relacionadas con el sistema cardiovascular, el respiratorio…", dice Rashwan. Domènec Puig añade que la idea no es proporcionar un servicio de asistencia inmediata para resolver problemas puntuales, sino "hacer un seguimiento de personas que están estables pero que tienen alguna dependencia, dado que son vulnerables, por edad, por una discapacidad… Así se los puede detectar si desarrollan alguna enfermedad crónica mucho mejor que en una visita puntual", en que, tal y como apunta Rashwan, se puede mentir, se pueden olvidar cosas… "Lo que conseguiremos con este proyecto es tener todo el histórico real del paciente", afirma Puig.    

El sistema de inteligencia artificial que está desarrollando el grupo de investigación profundiza en los nuevos paradigmas, además del internet de la cosas médicas, de la XAI (Inteligencia Artificial Explicable), que va más allá de los sistemas que hacen predicciones o valoraciones sin una justificación evidente, sino que elabora un conjunto de recomendaciones que permiten al médico o cuidador comprender en qué se basa, tal y como explica Domènec Puig: "Es un sistema de apoyo a la decisión. Cuantos más datos y conocimiento se incorporen al sistema, mejores serán las recomendaciones y más argumentos tendrán los médicos para hacer sus diagnósticos". Los investigadores del proyecto ya están probando sensores en pisos tutelados y empiezan a recoger datos.

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