La diabetes tipo 2 en la población juvenil de entre 10 a 19 años se ha duplicado en los últimos 20 años. Hay constancia de que la diabetes tipo 2 en los jóvenes es muy agresiva y la disminución de la función de las células beta en los jóvenes es ...
La diabetes tipo 2 en la población juvenil de entre 10 a 19 años se ha duplicado en los últimos 20 años. Hay constancia de que la diabetes tipo 2 en los jóvenes es muy agresiva y la disminución de la función de las células beta en los jóvenes es mucho mayor que la que vemos en los adultos.
Precisamente, un reciente estudio promovido por la Universidad de Oklahoma (EEUU) muestra que medir la abundancia circulante de microARN (que afectan a las células beta productoras de insulina en el páncreas) puede resultar tan efectivo como analizar el nivel de azúcar en la sangre para determinar el riesgo de sufrir esta patología. "Creemos que predecir qué causará la disfunción de las células beta y, eventualmente, prevenir esa disfunción, es una de las claves para prevenir o tratar la diabetes tipo 2", según señaló la Dra. Jeanie Tryggestad, profesora asociada de pediatría en la Facultad de Medicina de dicha Universidad.
Los microARN están implicados en la resistencia a la insulina y otras acciones que pueden estresar a las células beta o provocar su muerte. Actualmente, sólo se pueden medir en un entorno de investigación, no en una clínica.
En este estudio se demostró que los microARN eran casi tan efectivos como la medición de A1C (nivel promedio de azúcar en sangre) al predecir quién no respondería al tratamiento para la diabetes tipo 2. El fracaso del tratamiento se definió como tener un A1C superior al 8% durante seis meses o una circunstancia que provocó que el participante del estudio volviera a tomar insulina sin poder volver a dejarla. Los microARN circulantes también predijeron una disminución del 20% en la función de las células beta durante los primeros seis meses del estudio.
"Es importante tener esta información adicional sobre los microARN porque nos indica un mecanismo que necesitamos entender para diseñar una prevención. Agrega una capa de comprensión que no habíamos tenido antes", concluyó la Dra. Tryggestad.