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Una bacteria intestinal atenúa el daño neurológico en un modelo de traumatismo cerebral

El trasplante de Prevotella copri por vía intragástrica se asocia a mejoras cognitivas y a otros beneficios a nivel intestinal y metabólico.

26/06/2024

Investigadores de la Universidad Médica de Chongqing han demostrado que muchas de las alteraciones asociadas al traumatismo cerebral en ratones pueden ser atenuadas mediante la administración intragástrica de la bacteria Prevotella (P.) copri. El tratamiento iniciado a las dos horas de la lesión y continuado diariamente durante 7 días mejoró ...

Investigadores de la Universidad Médica de Chongqing han demostrado que muchas de las alteraciones asociadas al traumatismo cerebral en ratones pueden ser atenuadas mediante la administración intragástrica de la bacteria Prevotella (P.) copri. El tratamiento iniciado a las dos horas de la lesión y continuado diariamente durante 7 días mejoró la puntuación en un test de daño neurológico, reduciendo además la ansiedad y promoviendo la memoria espacial y el aprendizaje a los 20 días.

Los científicos también constataron una atenuación de la excesiva permeabilidad intestinal asociada al traumatismo, así como el restablecimiento de la motilidad de este órgano. Zhijian Huang, codirector del estudio, afirma que éste ha sido motivado por observaciones previas, en las que la abundancia intestinal de P. copri se redujo progresivamente tras el traumatismo cerebral. Estas observaciones han sido sustanciadas en el actual trabajo, constatándose que los niveles de esta bacteria alcanzan niveles mínimos a los 7 días, aumentando después.

Sin embargo, prosigue Huang, ni siquiera a los 28 días se restablece completamente su abundancia. Adicionalmente, la terapia se asoció al remodelado de la microbiota intestinal y a profundos cambios en el metaboloma circulante, con niveles marcadamente diferentes en 64 metabolitos séricos entre el grupo tratado y el control. Huang señala que este último análisis adjudica especial importancia a la guanosina, compuesto producido por la microbiota intestinal y que atenúa el estrés oxidativo. Notablemente, los niveles de guanosina aumentaron gradualmente no sólo en el suero sino también en el tejido cerebral, concluye el investigador.

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