La tasa de mortalidad causada por el VHI-Sida ha caído de forma drástica en España durante los últimos años. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 303 personas murieron en España a causa de esta enfermedad infecciosa. La cifra es muy parecida a las de 2020 y 2021, pero la serie histórica muestra un descenso considerable de la tasa de mortalidad del VHI-Sida. Hace una década, morían en España cerca de un millar de personas como consecuencia de esta enfermedad, tres veces más que en la actualidad. De hecho, los gráficos del INE muestran una caída paulatina durante las últimas dos décadas. En 2006, esta enfermedad causaba la muerte de más de 1.300 personas cada año, y en 1995 acabó con la vida de más de 5.800 personas residentes en el Estado español.

La tasa de mortalidad del sida cae a la mitad en todo el mundo

La caída del número de defunciones generadas por el sida en España va en sintonía con la tendencia mundial. A nivel global, las muertes por sida han caído a la mitad en tan solo una década. Sin embargo, esta enfermedad sigue causando la muerte a más de 600.000 personas cada año. La cifra es muy inferior al más del millón y medio de muertes que causaba la enfermedad en 2010.

Los países africanos, los más azotados por el sida

Por continentes, África sigue siendo el territorio del mundo más vulnerable ante el sida. Eswatini, un pequeño estado del sur de África de poco más de un millón de habitantes es el país del mundo con una mayor prevalencia de esta enfermedad, que afecta al 25,9% del país. Su país vecino, Lesotho, ocupa la segunda posición con una prevalencia del sida del 19,3%. Ambos países se sitúan cercano a Sudáfrica, tercer país más afectado del mundo por el sida, afectando al 17,8% de su población. Otros países africanos como Botsuana, Mozambique, Namibia, Zimbaue o Zambia cuentan con una afectación del sida superior al 10%.

La OMS aspira a que el sida deje de ser una emergencia de salud pública en 2030

La caída drástica del número de muertes causadas por el sida a nivel mundial hace que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sea optimista en el control de este virus. En este sentido la OMS prevé que en 2030 el sida deje de ser una emergencia de salud pública en todo el mundo. Sin embargo, para conseguirlo, la organización sanitaria de la ONU reclama mayores recursos para garantizar el acceso al tratamiento a todas las personas afectadas por el virus. En este sentido, la OMS lamenta que todavía hay 9,2 millones de seropositivos en el mundo que no tienen acceso a dichos tratamientos.